martes, 19 de abril de 2011

COPLAS AMERICANAS


De AMÉRICA LATINA al MUNDO les presentamos la: "Canción que refleja la identidad latinoamericana, un hermoso poema de Nicolás Guillen (Cuba 1902-1989) que inspiró esta canción, dedicado a la unidad de nuestro hermoso continente AMERICA. Coplas Americanas al estilo vocal del grupo CUMPAY de Bolivia. Esta hermosa canción está grabada EN VIVO en el programa de  televisión “Patria Fecunda” Canal 7 – Bolivia”.
http://youtu.be/Lh5MnbDj07k

lunes, 28 de febrero de 2011

“GOBIERNOS POPULARES EN AMERICA LATINA”

PENSAMIENTO POLÍTICO LATINOAMERICANO
            “Gobiernos Populares en América Latina”
 Oscar R. Yupanqui Mamani

“Un fantasma recorre América latina…
 el populismo ha vuelto”

I. Introducción.-

El presente ensayo tiene la finalidad de exponer la concepción de dos propuestas; la primera de Roger Bartra, “Populismo y democracia en América Latina” y la segunda de Javier Sanjinés “Rescoldos del pasado. Conflictos culturales en sociedades postcoloniales”. Pretende ser un dialogo entre estos dos autores, además de ser un análisis del actual proceso populista que se está desarrollando en Latinoamérica, particularmente en Venezuela, Ecuador y Bolivia, en cada una con determinados contrastes y características similares que varían de acuerdo al contexto social, político, económico y cultural de cada país.

De manera que el populismo en los gobiernos emerge ante la visión de los otros países de la región y del mundo ─como una propuesta alternativa a los gobiernos tradicionales de corte neoliberal─ lo que se intenta es enfocar el pensamiento y proceso político que se ha llevado en cada país, esencialmente a optar por esta característica particular que es antagonista a la política del otro bloque que enarbola el desarrollo capitalista.

En consecuencia el trabajo de Bartra señala la interpretación de sus intereses por: “Los ecos del populismo… que vuelven a resonar” factor determinante de una serie de hechos, que se reflejan en la ascensión y las políticas aplicadas por los Presidentes Hugo Chávez, Ernesto Correa y Evo Morales respectivamente, así, los gobiernos populares han vuelto con el populismo nacionalista que empieza como complejo fenómeno político que está retomando acciones políticas a través de estos caudillos que salen a la palestra. Con la única finalidad de proponer medidas y acciones que contraste a las políticas tradicionales y modernistas.

De modo que este sentir se plasma en el desarrollo de una serie de procesos que se van diferenciando en diferentes contextos socio-políticos, económicos y culturales de cada país. Sin embargo se entiende como un complejo fenómeno político que Roger Bartra los identifica en el aprismo, el cardenismo, el peronismo y el vanguardismo, en de cada una de ellas con una serie de reivindicaciones sociales políticas con diferentes protagonistas. Ese es un factor determinante que está en el trabajo de Bartra; el caudillismo protagonizado por estos líderes carismáticos que profundizan el populismo.

En tanto que el trabajo de Javier Sanjinés, hace referencia a ese proceso transcurrido en la historia que renace desde las ruinas de un pasado que existe y que existirá como señal para un presente que revive el pensamiento de aquellos que están visualizando el futuro próximo. En sus postulados se realiza un análisis de diferentes autores que “(…) en sus concepciones nacionalistas hacen del mestizaje un propuesta fija y homogenizadora de la realidad”. En esa búsqueda de multiculturas fragmentarias.

Por tanto estas características las relaciona a “la nación, como una pieza de gran comunidad imaginada” y se enfoca en el trabajo de Carlos Montenegro, a quien el autor lo define como un  “(…) [revolucionario] empapado en literatura [empeñado] desde el liberalismo romántico del siglo XIX (…) [con] los principios iluministas europeos”[1]. Según Godofredo Sandoval este “(…) estudio replantea la interpretación y la lectura de las sociedades postcoloniales y de la realidad boliviana, incorporando en el análisis conceptos y temas dejados de lado por el pensamiento de la modernidad”[2].

En tanto que a opinión del antropólogo Xavier Albó, “(…) el documento no llega a conclusiones definitivas, pero finaliza observando una realización muy conflictiva en la “Nación clandestina” de Jorge Sanjinés (película cuyo argumento plantea como tema de discusión la identidad cultural de una nación)”[3]. En su criterio, el ensayo de Sanjinés:
“es una exploración académica en torno a algunos conflictos surgidos entre la concepción más modernizante, pero excluyente, del Estado-nación, imaginado homogéneamente por las élites intelectuales, y la re-emergencia de los pueblos originarios que quedaron invisibilizados y que parecían estar muertos”[4].

En consecuencia Albo enfatizo que los Rescoldos del pasado, apunta a la necesidad de mirar con cuidado el pasado como proceso de la modernidad.

En definitiva lo que se pretende realizar en este breve ensayo es reconfigurar la posición de la obra de Roger Bartra con la de Javier Sanjinés, como un reto, que permite tener el cuidado suficiente de caer en meros supuestos o especulaciones que nos lleve a un falso análisis de la realidad. De este mismo modo se procura tener una mirada crítica del pensamiento de sus premisas que permitan dar señales del escenario emergente en Latinoamérica. Por tanto ese esfuerzo permitirá centrarnos en nuevas formas de entender el pensamiento político latinoamericano. 

II. La propuesta de Bartra contrastada con la de Javier Sanjinés.

Entender los procesos políticos latinoamericanos, siempre han sido muy contradictorios, debido a sus características particulares de cada región. Por ejemplo la política, la economía, la cultura, lo social y lo educativo. Sin duda aspectos que hacen de cada uno de los países de la región única, diversa, contrastada y llena de color, que se enriquece por su forma de ser y actuar. 

De manera que la propuesta de Bartra, es el papel del populismo, como protagonista de procesos de cambio en sociedades donde tradicionalmente se desarrollo un determinado orden democrático, autoritario o de dictadura. No obstante lo contradictorio de esta efervescencia continental, que día a día va cautivando a más personas del continente, porque es el mismo pueblo, quien quiere ser el protagonista constructor de su porvenir y desde ya asumir el “poder” y el control del aparato Estatal. Por tanto el argumento de esas masas de gente, de personas esta bajo el denominativo de “el poder del pueblo” que fácilmente puede encumbrar o derrocar a un gobernante.

Sin embargo, según el autor, existen países como Brasil, Chile y Uruguay que se mantuvieron al margen de este tipo de planteamientos como el populismo en la administración gubernamental y se declararon socialdemócratas ─si bien se valieron en su momento del mismo para llegar al poder─ para cuidar y atender los intereses de la población más vulnerable, así decidieron otra forma administración.
El mismo Bartra reconoce que las investigaciones sobre el populismo, “(…) nos permite abordar con cierta facilidad el resurgimiento de este complejo fenómeno político”[5]. Y sobre este punto nos remite a la historia del “(…) aprismo, el cardenismo, el peronismo y el varguismo [que] parecían procesos que se habían extinguido. Los ecos del populismo de Paz Estenssoro en Bolivia, de Velasco Ibarra en Ecuador y de Jorge Eliécer Gaitán en Colombia dejaron de escucharse”[6]. Aun así vuelven a resonar con el retorno del cardenismo en 1988 en México y con la llegada a la presidencia de Hugo Chávez en Venezuela, quien propone el nuevo socialismo del Siglo XXI[7]. Y con la llegada a la presidencia de Rafael Correa en Ecuador, y Evo Morales en Bolivia.

Estos caudillos fueron los que abrieron la senda para que se vuelva a hablar y profundizar del populismo, como respuesta ─a los gobiernos neoliberales─ del pueblo a una forma autoritaria de gobierno, que solamente velaba por sus intereses. Para este propósito se valió de diferentes líderes que emergieron de las entrañas del mismo pueblo. A pesar tener un discurso agresivo y provocador a quienes por años han detentado el poder hegemónico no solo local sino a nivel mundial.   En consecuencia estos caudillos, con ese apelativo, liderizaron diferentes movimientos que atrajeron a diferentes sectores populares. Sin embargo, hay que tener bien presente que estos movimientos desaparecen cuando el líder carismático desaparece de la palestra, ocasionando así un vacio en la continuidad del proceso, porque al interior existen fisuras que rompen toda organización. Además de no existir cuadros de formación, que puedan formar líderes que continúen el proceso. Por ende, este es un factor que se lo tiene muy presente para la continuidad o no de los cambios y del proceso en sí que se pretende consolidar.

Para llegar a este punto es necesario tener un recorrido histórico de los hechos acontecidos en cada uno de los países latinoamericanos, con la salvedad de que cada proceso tiene su tiempo y su espacio para ser profundizado. Y que la toma de conciencia es un factor que puede tomar años. Por lo tanto es menester consolidar esfuerzos que permitan aprender de las experiencias anteriores en uno y otro país de la región latinoamericana como propuesta al mundo. En ese marco esta la propuesta de Javier Sanjinés quien realiza un recuento histórico de lo que es la nación, “la gran comunidad imaginada”, que abate la modernidad del Estado. Así el autor expone los casos del brasileño Euclides da Cunha y del peruano José Carlos Mariátegui, letrados de primer orden en el análisis de la cultura latinoamericana. “Ninguno pudo apartar del estudio de la modernidad el conflicto cultural generado por identidades étnicas que entorpecían y cuestionaban la marcha de la nación oficial”[8].
De manera que el nacionalismo es el más importante discurso desarrollado por la modernidad. Construyo “(…) la teoría de la legitimidad jurídica que estableció que las fronteras étnicas no debían cortar ni dividir las fronteras políticas”[9]. Asimismo Sanjinés menciona que no es fácil que “(…) el nacionalismo englobase lo étnico porque este tema fue y sigue siendo hoy un fenómeno complejo, resbaladizo de naturaleza eminentemente subjetiva”[10].

Ahora bien es importante señalar que este nacionalismo hoy en día no se puede dar sin un actor muy determinante, al cual se lo reconoce y se lo toma en cuenta con la fuerza que tiene, su protagonismo y el poder de convocatoria. Es el indigenismo que con su toma de conciencia, asume un nuevo rol en la política y el pensamiento de los gobiernos. Sin embargo esto no debe de cegarnos porque tal ascensión al poder está llegando a una serie de intransigencias de quienes en otrora no lo ostentaban, y, ahora actualmente lo poseen. Por tanto los que se ensalzan y pregonan que se quedaran para siempre, deben reflexionar sobre su discurso y no permitir que la intolerancia, el autoritarismo, la verticalidad y la falta de comunicación reinen en una democracia que se consolida de diversas formas e interpretaciones. El mismo Bartra señala mediante el autor Gino Germani que este tipo de movimientos nacionalpopulares y regímenes populistas están abriendo serias diferencias en torno al desarrollo. De manera que, en el caso boliviano, el proceso pide un cambio, que nos lleve a una reconducción de lo que acontece en Bolivia “(…) sino en las próximas elecciones, cuando gran parte de los bolivianos termine por convencerse que el Estado Socialista Comunitario sólo existió en la mente de Álvaro García y el “vivir bien”, en la de Choquehuanca”[11].

Ahora bien lo que pasa en Bolivia es que el proceso iniciado necesita un cambio que le permita cohesionar diferentes actores sociales que emergen ante la ausencia de políticas dinamizadoras que reactiven la economía, y políticas sociales. Sin el ánimo de caer en supuestos, lo que verdaderamente se necesita es la voluntad política que permita establecer los lineamientos que necesita todo gobierno que pretende ser Estado. Esto ocurre en Bolivia y se proyecta en la visión de los expertos que estudian la temática de gobernabilidad.

De modo que se trata de una interpelación hacia el populismo que está enraizado en la cultura latinoamericana, como forma de hacer política con tradiciones europeas y norteamericanas.
Por ejemplo, Bartra indica que “los proyectos de construcción de un
Estado socialista son una verdadera rareza o un trágico anacronismo [y pone como ejemplo a] el extraño socialismo populista venezolano que propone Chávez [que] se conecta con el obsoleto modelo revolucionario cubano. (…) que más tarde que temprano, se desvanecerá”[12].
Pese a que la propuesta de Cuba también terminará, a la manera de China, a ese “socialismo de mercado” que señala el autor.

En tanto que en Sanjinés, señala que el problema de nación es latente a la hora de confrontar el discurso. Si discurso que es utilizado por los sectores oligárquicos más tradicionales, donde el proyecto es más liberal decimonónico, que estableció las bases para la organización de los estados oligárquicos – liberales. Si bien se intenta tener una mirada crítica de la concepción del autor, en la que permita dar señales de la situación emergente de Latinoamérica tal es el caso de Brasil contrastada con la del Perú. Ese esfuerzo permitirá centrarnos en nuevas formas de entender el pensamiento político que es más próximo a nuestra realidad. Así nos propone una serie de acontecimientos que parten de los conflictos culturales, el mestizaje, el nacionalismo, coloniaje y modernidad temas que los aborda desde una identidad cultural muy arraigada al pueblo.

III. Pensamiento de los Gobiernos Populares en América Latina.

Actualmente en América latina existen gobiernos populares que salieron a la palestra por “n” o “z” circunstancias todas en su totalidad son guiadas por un objetivo el bienestar común. Sin embargo este encanto se rompe cuando el gobierno ─más precisamente el líder carismático, olvida sus principios iníciales que le llevaron a asumir el poder─ hace un uso y abuso autoritario, totalizador de las instituciones Estatales. Por lo tanto se debe tener en cuenta que el poder es efímero y que puede cambiar el pensamiento de los que en otrora eligieron una opción, porque creímos que iba ser diferente a las ya conocidas, a las ya tradicionales y programáticas. Pero cuando se afecta el bolsillo y su alimentación del pueblo, este puede generar una revuelta que puede derrocar a gobernantes y gobiernos, como lo sucedido en Medio Oriente con Egipto y Libia, países cansados de un sistema dictatorial y nada democrático.

No obstante todo señala que varios países están optando por este neopopulismo que emerge no como alternativa, sino más bien como un quiebre de políticas constituidas a lo largo de estas décadas. Sin embargo es pertinente aclarar que esta administración no sea totalizadora del poder, de las instituciones de ser así no habrá el equilibrio necesario para que exista una democracia más incluyente y participativa de todos los sectores sociales - representativos. Tal es el caso de Bolivia que pretende ir a un totalitarismo que al final de todo caerá en un autoritarismo nada saludable para la democracia.

Es importante destacar que varios de estos países están sacándose el velo que tenían en sus ojos y están empezando a mirar para ser actor y protagonista de su medio y de su entorno, prácticamente de su vida democrática social, pregonando el cambio que les toca vivir. La mirada es crítica a la realidad Venezolana que con todo el poderío económico aun esta se alinea a estructuras de dominación que son globalizantes en una economía de mercado. En el caso de Ecuador el dilema no es muy distante ni diferente debido a que hay un protagonismo único por parte del presidente Rafael Correa que ha hecho del populismo una carta abierta para poder hacer y decir cosas que se extralimitan en la arena política. En consecuencia hay una serie de intereses político-económicos que solamente observan un lado del cristal, obviando de esa forma los otros ángulos que nos pueden dar miradas diferentes a una realidad. El pensamiento es si no estás dentro este sistema, no existes. Tal vez es prematuro emitir juicios, pero estos están fundamentados en la visión de expertos que hablan del contexto de América Latina.

IV. Las Tendencias y miradas de los países vecinos.

Mientras esto sucede en; Venezuela Ecuador y Bolivia los demás países aun continúan en una serie de profundización del sistema neoliberal ─con una apertura hacia la globalización y la economía de mercado─ porque están enmarcadas en un proceso de modernidad que establece reglas claras de producción.
Esta otra perspectiva es totalmente opuesta al populismo, en términos de ideología, de pensamiento. La misma apunta más al desarrollismo en todos los campos de la ciencia, artes y cultura, que desemboca a temas sociales, políticos y económicos, etc. Por lo tanto, la mirada es acuciosa con cierto recelo (a mi impresión) de no querer perder privilegios, y formas de vida. Rompiendo de alguna manera ese lazo de periferia para pasar a centro-periferia que le permita desarrollarse plenamente o en su defecto ser una economía de enclave que pueda desplegar todo ese potencial económico reinante, esa es la intención de los otros países. Tal es el caso del Perú con Alan García, que apunta a ese crecimiento capitalista. Por consiguiente Bartha lo deduce de otros autores hablando de ese “(…) continuumfolk-urbano, colonialismo interno, sociedad dual, desarrollo desigual y combinado o articulación de diferentes modos de producción”[13].

De hecho este populismo es un proceso que ha seguido un largo camino de protestas, revoluciones, y de cambios que en el futuro próximo nos dirigirá hacia una modernidad, entendida en un desarrollo acorde a una relación  convivencia que no destruya ni sea voraz, ni destructiva. Así nos pueda dar las competencias necesarias para una igualdad social para todos que incluya todos los elementos para poder vivir dignamente.

En ese entendido Bartra cita a Germani, quien señala que:
 “(…) durante el accidentado proceso de transición de
sociedades autocráticas y oligárquicas a formas modernas e industriales, aparecen movimientos populares que no se integran al sistema político de acuerdo al modelo democrático liberal, sino que adoptan expresiones populistas (que él llama nacionalpopulares)”[14].

En especial optan por este sistema porque gran parte o casi la mayoría quiere recuperar los bienes y servicios que ofrece una nación en cuanto a recursos naturales renovables y no renovables. En consecuencia, dándole así, a su fuerza de trabajo un plus, el de no ser nunca mas país periférico exportador de recursos naturales sino fabricante de productos terminados y con valor agregado.

Es el caso de Brasil, Chile y Uruguay, Bartra señala que “(…) hay otros caminos posibles para gobiernos de izquierda con bases populares sólidas… donde los gobiernos, se han distanciado claramente del populismo”[15]. Claramente señala el autor que “Estos gobiernos de orientación socialdemócrata, al igual que los populistas, ponen en el centro la necesidad de impulsar sociedades igualitarias, incluyentes y protectoras de los grupos más pobres o vulnerables”[16]. Por lo tanto el actuar de estos gobiernos está definido hacia una apertura globalizadora por contraparte de los gobiernos populares básicamente ven los intereses de nación y no los empresariales, en este aspecto realiza una serie de políticas que minan la democracia, protegiendo así de manera autoritaria los recursos naturales renovables y no renovables.

En este aspecto reflexiona Javier Sanjinés sobre el problema de la nación – nacionalidad latente a la hora de confrontar el discurso político. Está claro que tiene que ver con la lucha del poder, y quien ostente ese poder es capaz de definir las líneas de acción y de producción del gobierno, la misma se traduce en políticas que son posturas ideológicas.

Así lo demuestra en el análisis realizado por los autores; el brasileño Euclides da Cunha y el peruano Mariátegui, a quienes hace dialogar sobre sus realidades. Estos pensadores son letrados de primer orden en el análisis de la cultura latinoamericana.
A decir de Javier Sanjinés; ninguno de los autores pudo hacer un estudio de la modernidad debido al conflicto cultural generado por identidades étnicas que entorpecían y cuestionaban la mirada de la nación oficial. De esta manera el autor analiza que ambos autores; “Mariátegui y da Cunha ayudaron a reflexionar sobre temas que forman parte de la discusión en torno a la naturaleza y composición de los movimientos sociales”

A estos movimientos sociales, los países que no tienen como práctica el populismo en el gobierno, no permiten que estos movimientos emerjan y tome el control de las actividades políticas y la toma de decisiones. En vista de que “(…) cuando el sufrimiento se hace inaceptable, intolerable, surgen movimientos sociales contestatarios en el campo político empírico”[17]. A pesar de todos estos vejámenes que soporta el pueblo, por malas políticas empleadas o por una serie de ataques este mismo pueblo ha sabido encontrar ese ansiado desarrollo que se lo pueda observar en una constante superación en diferentes ámbitos, merito que se logra con un fin que lograr y eso se traduce por la lucha del poder. Sin embargo este poder no debe envilecer al nuevo político buscando ese horizonte de la modernidad, desarrollo, en distintos ámbitos.

Ahora bien es importante señalar que “Boaventura de Sousa Santos, piensa que cada reivindicación debe entrar en un proceso de diálogo y de traducción, a fin de lograr un entendimiento entre los movimientos”[18]. Este dialogo debe ser amplio y no sectorial, ni en perjudico de unos ni de otros, es lo que llamaríamos la búsqueda del consenso.

Pero que es el populismo o que consecuencias trae el populismo en los gobiernos como estructura de dominación. A definición de Ernesto Laclau el populismo es; “La racionalidad populista [que] consiste en que es capaz de abarcar la pluralidad y constituirla en una palabra vacía: el ¨pueblo¨”[19]. Y que es el pueblo a decir de Enrique Dussel; “El “pueblo” se transforma así en actor colectivo político, no en un “sujeto histórico” substancial fetichizado. El pueblo aparece en coyunturas políticas criticas, cuando cobra conciencia explicita del hegemón analógico de todas las reivindicaciones”[20]. Por supuesto Dusell ratifica que: “Al darse el pueblo instituciones (potestas), por ejemplo
aproximadamente entre 1930 a 1954 en América latina, organiza solo regímenes “populistas”. Se trata entonces del paso al “bloque histórico en el poder” intentando, en el caso latinoamericano indicado, un proyecto meramente burgués de emancipación ante la burguesías metropolitanas o del centro geopolítico, y de integración social por el fortalecimiento del mercado nacional protegido”[21].

En definitiva existe un proteccionismo por parte de los países de América latina, quienes con políticas sociales velan por sus intereses, sin dejar de lado la integración económica reinante. Por ello es menester hacer insistencia en las políticas adoptadas por los diferentes gobiernos populares ó social demócratas que deben ir en beneficio de la gran mayoría a la que los líderes representan y se hacen eco de ese sentimiento popular y lo plasman en sentidos discursos que muchas veces pueden reflejar intereses particulares o de grupo, enarbolando el interés del pueblo.

Tal efecto puede hacer que el populismo sea entendido como una fuerza autoritaria que se ejerce sobre quienes lo han elegido, este aspecto es importante tenerlo siempre presente para no caer en el poder de la palabra, que apela a las emociones y que los gobiernos populistas saben canalizar a través del líder carismático que hace uso de un discurso de corte populista. Finalmente el populismo tiene diferentes connotaciones en cada región que conforma Latinoamérica, Por lo tanto la propuesta de Bartra es dar señales que permita pronosticar el devenir de los gobiernos populistas. Asimismo Javier Sanjinés hace un recorrido por la memoria colectiva que renace de las brasas de un fuego que aun no se apaga y esta a lo largo de los últimos décadas en Bolivia como en América Latina que han transitado por un intenso proceso de cambios políticos e institucionales.



[1] SANJINÉS C. Javier. Rescoldos del pasado. Conflictos culturales en sociedades postcoloniales. PIEB La Paz Bolivia 2009 p. 16
[2] Artículo difundido por el Servicio Informativo del PIEB www.pieb.com.bo visitado el 19 de febrero a horas 11.00 am.
[3] Ibídem www.pieb.com.bo
[4] Ibíd www.pieb.com.bo
[5] BARTRA, Roger. Populismo y democracia en América Latina. Letras Libres Mayo 2008 p. 1
[6] Ibídem p. 1
[7] El socialismo del siglo XXI es un concepto que aparece en la escena mundial en 1996, a través de Heinz Dieterich Steffan. El término adquirió difusión mundial desde que fue mencionado en un discurso por el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el 30 de enero de 2005, desde el V Foro Social Mundial. Dieterich en el Socialismo del Siglo XXI propone un modelo económico que no esté basado en el precio de mercado, fundamento de la economía de mercado y del capitalismo, a los que considera fuentes de las asimetrías sociales y de la sobre explotación de recursos naturales.
Con todo Dieterich propone lo que denomina una economía de valores fundado en el valor del trabajo que implica un producto o servicio y no en las leyes de la oferta y la demanda. Este valor del trabajo se mediría sencillamente por el tiempo de trabajo que precisa un determinado producto o servicio;[4] además de los valores agregados a dicho trabajo, es decir, el tiempo de trabajo que se usó para producir las herramientas o servicios que se emplean en el trabajo mismo, lo cual a su vez lleva a un ciclo complejo de tiempos de trabajo sumados recíprocamente. Para solucionar el problema práctico que implica la teoría de la Economía de valores Dieterich sugiere usar la Rosa de Peters. (Extraído del Libro: “Hugo Chávez y el socialismo del Siglo XXI de Heinz Dieterich Steffan Editorial Filigrana - Grito del Sujeto Bolivia 2006”

[8] Óp. cit. SANJINÉS C. Javier  p. 48
[9] Ibíd.  p. 49
[10] Ibíd.  p. 50

[11] Articulo Tinku Verbal de Andrés Gómez V. Extraído del periódico digital Erbol www.erbol.com.bo visitado el 23 de febrero horas 16.00 pm.
[12] BARTRA, Roger. Populismo y democracia en América Latina. Letras Libres Mayo 2008 p. 6
[13] Óp. Cit. BARTRA, Roger. p. 2
[14] Óp. Cit. BARTRA, Roger. p. 2
[15] Ibíd. p. 8
[16] Ibíd. p. 8
[17] DUSSEL Enrique. 20 Proposiciones de Política de Liberación. Editorial La tercera Piel La Paz – Bolivia 2006 p. 92
[18] Véase B. de Sousa Santos. El milenio huérfano 2005. En DUSSEL Enrique. 20 Proposiciones de Política de Liberación. Editorial La tercera Piel La Paz – Bolivia 2006 p. 94, 95 
[19] BARTRA, Roger. Populismo y democracia en América Latina. Letras Libres Mayo 2008 p. 5
[20] DUSSEL Enrique. 20 Proposiciones de Política de Liberación. Editorial La tercera Piel La Paz – Bolivia 2006 p. 98 
[21] Ibídem p. 99

miércoles, 1 de diciembre de 2010

La tradición oral, estudio comparativo indígena México-Bolivia.

 LA TRADICIÓN ORAL COMO MECANISMO TESTIMONIAL DE RECUPERACIÓN”
Un estudio comparativo indígena en países como México y Bolivia.

1. INTRODUCCIÓN
   El presente trabajo tiene por finalidad indagar un aspecto latente en las últimas décadas, el movimiento indígena, una propuesta que emerge como una alternativa a este sistema económico mundial y a la formación de estados. Quizás se llegue a tocar este aspecto de manera superficial, pero lo que se intenta con este trabajo es dar a conocer su relevancia significativa que ha cobrado el movimiento indígena.

Sin lugar a dudas, se ha convertido en una ideología, que cada día está motivando a miles de personas a ser simpatizantes de esta nueva forma de pensar desde nuestras raíces en todo el globo terráqueo. Como señalo en otrora el Presidente Evo Morales “el movimiento indígena, es la reserva moral de la humanidad”.

En ese aspecto y debido a los cambios que se observan en el cotidiano vivir y en la política Estatal que se ha venido desarrollando otra forma de transcender en el tiempo y eso se está logrando a través de la palabra. Si, esa palabra pronunciada al tiempo, es recuperada en testimonios que transcienden a lo largo de la historia. Así  la tradición oral ha producido un mecanismo testimonial de resistencia, conservación de hábitos y costumbres que no se pierden sino se transforman en una serie de sincretismo colonial donde el aspecto cultural es fiel testimonio de la riqueza de toda esta región llamada abiayala (América) son historias mismas de los señores de estas tierras.   

Y ese es el objetivo o al menos lo que se quiere lograr con este estudio ver similitudes, y acercamientos entre los países de México y Bolivia.

2. JUSTIFICACIÓN
    Uno de los aspectos que se ha venido desarrollando en estos últimos tiempos; es el recuperar la identidad, claro la misma, conlleva una serie de reivindicaciones y contradicciones que se observan a lo largo de la historia. Porque la reivindicación hace posible que se realice una controversia, donde muchos se identifican con el devenir indígena, por ejemplo hay personas que en la actualidad se identifican con el pensamiento indígena,  porque quiérase o no cada uno de nosotros lleva en sus raíces un pasado fuerte que nos atrae a descubrir un sentido de pertinencia o al menos ese sentir.

Lo mismo está ocurriendo en México y en otros muchos lugares donde tienen una fuerte raíz culturalse está empezando a recuperar las lenguas indígenas, sistematizarlas, y practicarlas para que esta memoria colectiva no se pierda con la modernidad y el transcurrir de los tiempos. Sin duda es una tarea que está despertando cada día a cientos de  jóvenes que se han propuesto lograr recuperar esa memoria histórica oral de nuestros abuelos, tarea emprendida que está produciendo frutos. Un ejemplo claro es la revista iguanazul de México.

Obviamente es parte de un proceso que se ha venido desarrollando desde ese hito marcado por los indígenas ecuatorianos que enseñaron, despertaron y dieron la luz a seguir. En Bolivia ocurrió un hecho sin precedentes con la marcha de los indígenas de las tierras bajas por sus derechos y la defensa de sus tierras. Este hecho ha generado un movimiento que ha echado fuertes raíces en Bolivia y que se ha irradiado al continente.

En ese entendido, México y Bolivia históricamente, tienen muchas semejanzas en lo cultural, en la parte tradicional, en el aspecto de lenguas indígenas, entre otros. Porque dentro de cada país existen más de 33 pueblos indígenas en Bolivia y 53 en el caso de México. Razón por la cual el ámbito oral aun prevalece en estas tierras.

Ahora bien la historia oral tiene muchas connotaciones y está sujeta a un tanto por ciento de subjetividad, irrealismo de quienes narran sus vivencias, historias. Porque sin lugar a dudas en estos testimonios orales son los protagonistas quienes agregan, quitan y matizan esta forma de saberes, lo que obliga a ser cuidadosos en estas versiones, un hecho que si se debe tener muy en cuenta.

3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
  • ¿Qué tipo de estrategia podrá recuperar la tradición oral de los pueblos indígenas como mecanismo testimonial histórico de los países de México y Bolivia?

4. OBJETIVOS
            4.1. Objetivos Generales
·         Analizar la tradición oral como mecanismo testimonial de recuperación del tema indígena en países como México y Bolivia.

            4.2. Objetivos Específicos
·         Identificar la situación indígena.
·         Comparar la situación indígena en los países de México y Bolivia.
·         Contribuir a la recuperación de la tradición oral.

5. MARCO TEÓRICO
            5.1 La tradición oral y el método histórico
La tradición oral en su total dimensión es una fuente de información así lo corrobora Vansina Jan; “Las tradiciones o transmisiones orales son fuentes históricas cuyo carácter propio está determinado por la forma que revisten: son orales o “no escritas” y tienen la particularidad de que se cimientan de generación en generación en la memoria de los hombres”[1].

Lo que indica es que; “En las regiones del mundo habitadas por pueblos que no poseen escritura, la tradición oral es la principal fuente histórica que puede ser utilizada para la reconstrucción del pasado. De igual modo, entre los pueblos que conocen la escritura un numero de fuentes históricas, entre las más antiguas, descansan sobre tradiciones orales”[2]. Eso es lo que pasa en la recuperación oral de los pueblos indígenas en México con el colectivo Iguanazul y en Bolivia con el THOA (Taller de historia oral andina).
                       
5.1.1 Definición y características
“Las tradiciones orales son todos los testimonios orales, narrados, concernientes al pasado. Esta definición implica que sólo las tradiciones orales, es decir, los testimonios hablados y cantados, pueden ser tenidos en cuenta”[3]. “Existen, pues tres tipos de testimonios orales: el testimonio ocular, la tradición oral y el rumor”[4].

En cuanto a las características; “La relación existente entre un testimonio dado y la cadena que le precede es una primera cuestión a tratar. Otros dos problemas deberían ser examinados a continuación: el modo de transmisión y las alteraciones de los testimonios debidas a la transmisión verbal”[5]. Lo que quiere decir que en ese proceso se pierden muchos datos o se van aumentando con la sola finalidad de enriquecer el relato, punto en el que se debe tener mucho cuidado.

            5.2 Los testimonios como base fundamental de recuperación.
                        5.2.1 La tradición y el testimonio.
“Un testimonio verbal es el conjunto de declaraciones hechas por un mismo testigo
concernientes a una misma serie de acontecimientos, en la medida en que tengan una misma referencia”[6].

“(…) en el caso de la tradición oral, se presenta el problema particular de saber si estas variantes lo son de un solo testimonio, o si son, en el fondo, diferentes testimonios, porque derivan de referencias distintas”[7]. La autora también hace una advertencia:
“En América, la de los reinos incas y aztecas. Conviene señalar, sin embargo, que estos ejemplos conciernen a Estados bien organizado”[8].
“Cada tradición nace y se perpetúa en el seno de una cultura. Cada cultura modela sus tradiciones. La tradición forma parte de la cultura y es amputada si se la arranca de su medio. Para comprender una tradición hará falta, pues, conocer la cultura que la sostiene”[9].

            6. EL MOVIMIENTO INDIGENA
Una de las “(…) dificultades de mirar o de pensar a los movimientos indígenas como si
se tratara de poblaciones homogéneamente identificadas. Ecuador es el único lugar en donde la virtual totalidad de las identidades o etnicidades indígenas han logrado conformar una organización común, sin perjuicio de mantener las propias particularidades. El ecuatoriano es también el movimiento indígena que más temprano llegó a la idea de que la liberación de la colonialidad del poder no habría de consistir en la destrucción o eliminación de las otras identidades producidas en la historia del Ecuador, sino en la erradicación de las relaciones sociales materiales e intersubjetivas del patrón de poder así como también en la producción de un nuevo mundo histórico inter-cultural y una común autoridad política (puede ser el Estado), por lo tanto, inter-cultural e inter-nacional, más que multi-cultural o multi-nacional”[10].

Eso ha permitido al Movimiento Indígena Ecuatoriano volver a ser el principal agente y representante político-cultural de la población popular ecuatoriana, hasta el punto de ser el conductor del actual movimiento popular que ha logrado bloquear e impedir la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Ecuador y Estados Unidos.

En ese camino se encuentra Ecuador que dio la señal más alentadora de liberación con identidad propia. “Sin duda, dentro del movimiento indígena ecuatoriano se instalará pronto, si no lo está ya, el debate en torno de avanzar hacia el gobierno del Estado. Y en ese caso, las cuestiones de la interculturalidad y de la inter-nacionalidad del Estado, sus formas de representación y de organización institucional para la práctica de ambas propuestas, nos convocarán a todos en América Latina[11].

6.1. Los estados-nación
La conformación de los Estados- nación ha sido precedida de una serie de injusticias, vejámenes y sometiendo sobre todo a los indígenas quienes han soportado e ideado muchas formas de resistencia ante diferentes actores y espacios de sometimiento, tal el caso en la colonia con los invasores y en la república con los gamonales terratenientes.

Así, “(…) la idea de un interés social “nacional” corresponde a la existencia de una
sociedad nacional dominada por una burguesía nacional, con un Estado nacional. Es decir, a una estructura de poder configurada según esas condiciones. En América Latina, antes de la llamada Revolución Mexicana, esas características correspondían solamente a Chile, desde la República Portaliana en la segunda década del siglo XIX”[12].

Dicha conformación de Estado – Nación en Bolivia ha sido llevada adelante con un salto de República a Estado. Actualmente los indígenas gozan de poder decidir mediante las autonomías indígenas quienes están amparados en el Derecho de los Pueblos Indígenas en el Convenio 169 y las obligaciones de los Estados por su ratificación.

            6.2. Indígenas en México.
En el caso Mexicano se está realizando una concientización de sobre sus lenguas originarias, su cultura. En este tema es de realce, y en ese rescate esta la Revista de Lengua y literatura indígena contemporánea desde la perspectiva de cada pueblo o lengua originaria. De la mano con el tema literario entra el de las artes plásticas como una expresión complementaria del lenguaje, ya que en ambos que haceres se identifica un proceso creativo en el cual los artistas se nutren del entorno; propician reacciones en el medio social; entablan diálogos en diferentes formas del lenguaje; fortalecen el pensamiento crítico. De este modo, los jóvenes mexicanos ponen en el mismo plano la poética del arte hispano con la otra poética: la del arte indígena. Iguanazul Lenguas maternas y tradición oral.

            6.3 Indígenas en Bolivia.
En el caso boliviano “(…) la demanda de las poblaciones que precisamente fueron víctimas de estados no nacionales y no democráticos, es no tanto más nacionalismo y más Estado, sino ante todo otro Estado; esto es, descolonializar ese Estado, que es la única forma de democratizarlo. Pero si ese proceso llega ser victorioso, el nuevo Estado no podría ser un Estado-nación o un Estado nacional, sino uno multi-nacional, o mejor aún, internacional”[13].

Es en ese sentido ¿Qué había que investigar? Pronto se vio que hacía falta una metodología más adecuada al sujeto de estudio. En la mente de los estudiantes estaba muy vivo el recuerdo de los abuelos narrando los secretos ancestrales. ¿Por qué no? El testimonio, las entrevistas, la palabra oral podía ser el camino para acceder a una historia hasta entonces encorsetada en la fuente escrita.

Esa memoria de  buscar nuevos días en base a esa experiencia y ese resplandor  que nos guía hacia la recuperación de nuestros saberes.

6.4 Comparación entre México y Bolivia.
             Hacer una comparación entre México y Bolivia, sin lugar a dudas es una tarea que requiere de tiempo para confrontar los datos y la información, no obstante se presenta un lineamiento de estos dos temas. En los antecedentes históricos se tiene a “La ola de movilización y lucha indígena reciente en América Latina [que se] constituye un movimiento general de resistencia a la ofensiva neoliberal que desmantela derechos colectivos y promueve violentas aperturas comerciales y financieras en toda América Latina”[14].

Si bien existe un largo recorrido entre estos dos países, lo que los une son: La tradición cultural fuertemente arraigada en los pueblos. La diversidad de lenguas existentes. La similitud en ambos países porque en ellos se desarrollaron culturas como la azteca y la inca con gran predominancia en la región.

Hoy en la actualidad luego más de 500 años de opresión, los pueblos indígenas despiertan de ese letargo de atraso e inestabilidad. Lo que los llevaron a “(…)  diversas y variadas acciones de resistencia y luchas surgidas en los distintos países, se asumen todas las formas de lucha: desde la insurrección armada, los bloqueos y cercos de las ciudades, las marchas y protestas pacificas, la participación en las instituciones estatales a través de partidos políticos y la negociación y el dialogo con autoridades de los distintos poderes del Estado”[15].

A decir de Fabiola Escozaga/ Raquel Gutiérrez: Mediante todas estas acciones, los
pueblos indígenas y los movimientos que conforman han ido bosquejando proyectos alternativo de convivencia y regulación social, que no necesariamente pasan por la toma del poder, como es el caso del movimiento indígena zapatista en México, que en momentos puede comprometerse con la participación política  en instituciones estatales, como es el caso ecuatoriano y, parcialmente, el boliviano, o que postulan formas de transformación social que implican confrontación directa con el Estado, como es el caso de sectores aymaras bolivianos en determinados momentos.

7. RECUPERACIÓN TESTIMONIAL Y ORAL DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS

Esta es una tarea que está empezando la recuperación testimonial y oral de los pueblos indígenas. Sobre esta base se considera muchos aspectos entre los cuales está el devenir de los pueblos. Esta noble tarea de recuperación se está realizando silenciosamente por los expertos historiadores, quienes en sus días y noches hacen posible una praxis de recuperación de lo intangible; lo oral.

Para que todo ese saber no solo quede en hechos, y se pierdan a través del tiempo y del silencio absoluto, son hechos que debemos reconocer porque es parte de lo que somos, es nuestra historia misma que nos la relatan, las personas mayores, es cultural y que se transmite de generación en generación, son nuestros saberes, secretos entre otros que bien pertenecen a diferentes géneros literarios.

Los pueblos indígenas de tierras altas y bajas en la actualidad, han cobrado significativa relevancia a tal extremo que son un pilar muy importante en la política estatal de Latinoamérica. Sin dejar de lado los sucesos acaecidos en Sucre, Bolivia que mellaron la dignidad de cientos de personas.

El planteamiento esta puesto sobre la mesa y el accionar de los y las investigadores puesto a prueba. Esa es la brecha a unir, conocer desde adentro.

8. PROYECCIÓN HACIA UN ESTADO NACIÓN.
    Luis Macas, en su estudio sobre La necesidad política de una reconstrucción epistémica de los saberes ancestrales, menciona: “Queríamos reflexionar sobre algunos elementos;
como indígenas y como latinoamericanos, deberíamos hacerlo. Si bien es cierto que los pueblos indígenas creemos que estamos haciendo aportes importantes en varios niveles –políticos, en los movimientos sociales, e incluso académicos– al mismo tiempo nos preguntamos si es posible hoy en día hablar de la diversidad de culturas, de pueblos, de la diversidad histórica, especialmente de los pueblos indígenas en nuestra región. ¿Es posible plantear la emergencia de otros pensamientos? ¿Es posible ser diferentes?

Ante la cuestionante, que deja el artículo de Matas, no nos cabe duda que con el transcurrir del tiempo, un tiempo no muy lejano y con la cosmovisión indígena se lograra establecer otra forma de gobierno. Ojala exprese el sentir de la bolivianidad y no se aleje como se menciono en clases.

Son pasos que se están dando partiendo y volviendo a un punto la tradición oral como mecanismo testimonial de recuperación de los pueblos de Latinoamérica. Estos son nuevos espacios que se están logrando con esfuerzo y dedicación en la pujanza de los pueblos que aun son la reserva moral de la humanidad.

Concepción de la tierra defendida por los movimientos indígenas de
México, Ecuador, Bolivia, Chile, Colombia, Perú, Guatemala, etc., que no sólo transforma radicalmente todos los modos concretos de entender la secular y milenaria “lucha por la tierra”, sino también el sentido todo y la perspectiva general de aquello por lo que se “lucha”, del objeto, el objetivo, las acciones y la significación de lo que está en juego en estos nuevos combates “por la tierra”, en virtud de la profunda modificación que ahora ha sufrido el contenido mismo de lo que incluye esta cambiante y peculiar noción de lo que es la “tierra”[16].



“La lucha continua, y el horizonte es claro”




Bibliografía

AGUIRRE Carlos, Los movimientos antisistémicos de América latina y su lucha
por la tierra en el siglo xxi. 1 Revista Encrucijada Americana. Año 3. Nº 2 Primavera-Verano 2009-2010

QUIJANO Aníbal. Estado-nación y “movimientos indígenas” en la región Andina:
cuestiones abiertas1 OSAL15 [AÑO VII Nº 19 ENERO-ABRIL 2006]

VANSINA Jan. La tradición oral. Editorial labor, s.a. Traducción de Miguel María
Llongueras Barcelona – España 1967 p. 13

Dirección electrónica:






















[1] VANSINA Jan. La tradición oral. Editorial labor, s.a. Traducción de Miguel María Llongueras Barcelona – España 1967 p. 13
[2] Ibid p. 13
[3] Op. Cit.  VANSINA Jan p. 34
[4] Ibidem p. 34
[5] Ibídem p. 35
[6] Ibidem p. 36
[7] Ibidem p. 44
[8] Ibidem p. 44
[9] Ibid  p. 200
[10] QUIJANO Aníbal. Estado-nación y “movimientos indígenas” en la región Andina: cuestiones abiertas1 OSAL15 [AÑO VII Nº 19 ENERO-ABRIL 2006]
[11]Op. cit.QUIJANO Aníbal. p.16
[12] Ibid p.20
[13] QUIJANO Aníbal. Estado-nación y “movimientos indígenas” en la región Andina: cuestiones abiertas1 OSAL15 [AÑO VII Nº 19 ENERO-ABRIL 2006]
[14] Pagina web: http://www.scielo.br/scielo.php?pid=S0102-69922006000100006&script=sci_arttext accesada el miércoles 17 de noviembre 2010 horas 10:00 am.
[15] Óp. Cit. Pág. Web. http://www.scielo.br/scielo.php
[16]AGUIRRE Carlos, Los movimientos antisistémicos de América latina y su lucha por la tierra en el siglo xxi. 1 Revista Encrucijada Americana. Año 3. Nº 2 Primavera-Verano 2009-2010