lunes, 17 de octubre de 2011

LA RADIO COMO INSTRUMENTO DE RECUPERACION DE LA MEMORIA


Memoria y Representación Social              


Ojala vivas tiempos interesantes, dicta la antigua (o al menos proverbial) sentencia china.
Actualizada para nuestra época híper-interesante podría decir:
 Ojala vivas en un lugar interesante.
Susan Sontag

LA RADIO COMO INSTRUMENTO DE RECUPERACION DE LA MEMORIA: OCTUBRE 2003
Oscar Reynaldo Yupanqui Mamani
I. Introducción.-

Hago un llamado a lo más recóndito de mis recuerdos, de lo acontecido que marco huella en la historia personal y la del país. Quiero recuperar esa memoria, que aun es narrada y recordada por esa gente que está a mi lado y por aquella que está en el anonimato de las calles, en el día a día. Traigo a colación una rememoranza de lo vivido, de lo escuchado y narrado a través de la radio, como medio de comunicación masiva, que juega un rol trascendental en el registro, difusión y almacenamiento de los acontecimientos noticiosos de Latinoamérica y el mundo. Me remonto precisamente a un hecho que fue la ruptura de la historia en Bolivia y el punto de partida de un país que resurge; hablo de Octubre 2003[1] ó como muchos la denominan “la guerra del gas”.  

Ingreso a un campo que pertenece a las y los especialistas de la historia, aunque lo escrito sólo sea una pincelada de la memoria escrita del país. Espero que aporte al conocimiento y a la reflexión crítica de un momento en la historia de Bolivia y tal vez el inicio de un proceso de cambios que trascendieron las fronteras. Por ello quiero buscar en esa memoria, en esas experiencias vividas por los protagonistas que quedan como testimonios de vida, y lo que pueda servir para poder tomar decisiones en el presente, con la única finalidad de reconstruir lo acontecido para que no sea parte del olvido, si ese olvido que por efectos del transcurrir del tiempo hacen olvidar tan fácilmente nuestra historia y por lo tanto se puede perder la memoria colectiva o interpretarla de distinto modo. Asimismo quisiera poder entender a la historia con los ojos de ese entonces y no con los de ahora, para no caer en juicios de valor, que solamente nos brinda la posibilidad de observar un hecho y se deje de lado la amplitud de lo acontecido, porque la historia está escrita y punto, sin embargo la construimos día a día como presente y como potencia.

En efecto el presente ensayo quiere rememorar los hechos acaecidos y narrados por la radio, durante esta ultima década del siglo XXI con la salvedad de que este trabajo es una recopilación histórica de esa memoria individual y colectiva narrada en testimonios de vida, por eso hoy quiero escribir, pensando en que alguien responderá a este llamado que solamente busca comprender un momento en la historia de Bolivia reflexionando la misma para que se proyecte a la región y al mundo. Estoy consciente de lo que escribo puede influir o afectar la vida de una o más personas, que bien pueden estar de acuerdo o no con mi punto de vista.

Mi propósito es dar a conocer este lado de la historia que ha sido narrada desde los mismos actores en esta convulsión social que denigro los derechos humanos, y ha sido difundida a través de los medios de comunicación como la radio causando un impacto inmediato en las organizaciones sociales de base. Me doy esta licencia porque soy Latinoamericano, porque al igual que ustedes vivo un proceso de constantes cambios en el ámbito político-social, económico y cultural de mi país; Bolivia.

En definitiva con toda América hay algo que nos une y que compartimos. Precisamente es un pasado en común; la colonia, que aún está presente en nuestros días en diferentes formas. Por ejemplo en el relacionamiento social, en las instituciones, y quizás esto que compartimos nos hace más consientes de nuestra realidad. A la par esta la resistencia de los pueblos ante una forma de dominación que ha enajenado y cortado un proceso que se desarrollaba en América. De ningún modo quiere ser un quejoso, asumo los tiempos actuales que vivimos, me re-invento en la modernidad que viene de la mano del desarrollo y progreso. Es por eso mi inquietud de escribir, si escribir para que quede en la memoria de los que vivimos ese Octubre de 2003.

II. Los inicios de una sublevación en Bolivia.

Han pasado 8 años desde octubre de 2003, sólo queda el recuerdo de momentos de amenaza, de violencia, de pánico, de angustia, de desabastecimiento alimentos y víveres, de combustibles que las personas mujeres y hombres que vivieron en carne propia en la ciudad de El Alto. Estos hechos lo recuerdan con más intensidad los familiares de los muertos que dieron la vida por la defensa del gas, estos conforman la “Asociación de Familiares Caídos por la Defensa del Gas” (ASOFAC - DG) y aun tienen presente los sucesos en la retina de sus ojos manteniendo vivo el ayer.

            En particular “Olvidada y discriminada por el estado, la ciudad de El Alto ha sido tratada hasta hoy como un pueblo campesino abandonado y discriminado. Más de la mitad de los hogares alteños no tienen saneamiento básico, 60% de los ciudadanos viven hacinados, no más del 30% tiene alcantarilladlo, el 45% de las personas son pobres, en tanto que el 26% son extremadamente pobres, lo que significa que tienen menos de un dólar de ingreso por día”[2]. Fueron los móviles
            que impulsaron a la lucha y resistencia.

Pero cuales fueron los inicios de esta suma de acontecimientos que se convirtieron en “un largo proceso de movilizaciones sociales y transformaciones socio-políticas; probablemente la génesis esta en los movimientos del año 2000 con las respectivas repercusiones en los cambios políticos del 2002. En todo caso, queda claro que hemos asistido al agotamiento de una forma de política y la economía”[3] que terminan en la movilización de octubre.

No obstante esta visión de recuperar los recursos naturales para su aprovechamiento trae consigo una carga de reivindicaciones y consignas sociales. Por tanto “Los motivos iníciales de la movilización fueron primero, el respeto de los “usos y costumbres” en el ejercicio de la justicia y, luego de una huelga de hambre de dirigentes comunarios de todo el altiplano, la oposición a la venta del gas a mercados norteamericanos”[4]. Aun así son pequeños motivos, que buscan el inicio de una protesta social en disconformidad con el gobierno de Sánchez de Lozada y la política neoliberal del “21060” de 1985.

Sin duda, vivimos momentos que trascendieron los anales de la historia, hechos que cronológicamente acontecieron y que se fueron sumando hasta llegar a una hecatombe social, debido a que existe una inestabilidad que se traduce en crisis.
            “Casi toda crisis política es una crisis del tipo de dominación existente. Por eso algunos la viven como una pérdida de la estabilidad en las relaciones de poder en que ejercían el control de medios materiales, y en los procesos de toma de decisiones, también la experimentan como un deterioro de procesos de justificación y legitimación de esas prácticas. Otros, más bien, viven la crisis como un proceso de liberación, como la posibilidad de reducir los espacios de dominación, de reducir el poder monopólico, en la economía y en la política”[5].

En efecto hechos como la guerra del agua en Cochabamba el 2000, los enfrentamientos el 11 y 12 Febrero en La Paz, entre dos instituciones de Bolivia; la policía y el ejercito “(…) el núcleo del problema era la lucha del Estado contra el Estado. El pueblo observaba menos activo y no contundentemente afectado (especialmente el primer día), el hecho de que “hermanos bolivianos” se quiten la vida. En febrero la frase que sintetiza el sentimiento era “nos estamos matando entre bolivianos”[6]. Posteriormente esta septiembre de 2003, con una política impositiva (el famoso MAYA, PAYA) que pretendía incrementar los ingresos económicos de la Alcaldía de El Alto, la respuesta fue inmediatamente un paro indefinido logrando anular esta medida. El 20 de septiembre hubo un bloqueo por parte de los campesinos de Warisata, Llabaya Sorata, Achacachi y comunidades aledañas, en el bloqueo quedaron ciudadanos extranjeros retenidos, inmediatamente el embajador de EE.UU. Mr. Greenlee ordeno al Ministro de Gobierno Carlos Sánchez Berzain que rescate a los turistas extranjeros utilizando a las FF.AA. y la Policía, como resultado del enfrentamiento entre campesinos y militares en la localidad de Warisata 6 personas fallecieron.

Esa fue la antesala ─a más de otras reacciones de la Central Obrera Boliviana, y otras instituciones─ de un conflicto mayor que se veía venir. Producto de las muertes en Warisata se determino un paro indefinido de la ciudad de El Alto, este paro se inicio el 8 de octubre, además del rechazo a la venta del gas por un puerto chileno. En este paro indefinido participaron las organizaciones sindicales y la Federación de Juntas Vecinales (FEJUVE) de El Alto, pidiendo la renuncia del entonces presidente de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada.

A octubre de 2011 ya se tiene una sentencia judicial de este genocidio, tan solo falta que EE.UU. extradite a estas personas responsables de semejante barbarie. Este es un pedido, es un clamor de un pueblo boliviano que ha sufrido en carne propia (o al menos se ha identificado con ese dolor y llanto) la masacre a sangre fría de sus gobernantes y de todo su aparato represivo. Este llamado no es a los gobernantes de EE.UU. sino al pueblo estadounidense que sabemos muy bien, vive el sentir de los pueblos del continente americano.

III. El protagonismo de los medios de comunicación.

El papel de los medios de comunicación fue muy importante en este conflicto. El primer medio de comunicación que dio su opinión fue radio Pachamama que el día sábado 11 de octubre brindo la mejor información de las radios, sacando las llamadas al aire donde la gente afligida se comunicaba y relataba desde el lugar de los hechos, por lo que la radio recibió llamadas internas amenazando su emisión.

En Oruro hicieron explotar la antena de radio universitaria. También hubo confusiones como en la radio FIDES que el día 17 de octubre el padre Eduardo Pérez, muy temprano anuncio que los datos que Goni había dicho la noche anterior en su entrevista a CNN son falsos… que hasta minutos antes de que esto sucedieron los datos decían más del 75% de los votantes querían que el presidente se fuera, lo contrario a lo sostenido día antes.

La televisión tampoco fue ajena a los hechos de octubre, en el canal 7 Televisión boliviana renunciaron 5 periodistas porque el canal estaba politizada y la informaron no era verídica.

En otros medios de comunicación televisiva como el canal 4 RTP, 21 GIGAVISION y 36 CADENA “A” que fueron los únicos daban informaciones ciertas y estas daban paso a las opiniones del ciudadano, pero estos canales eran constantemente amenazados con hacer explotar sus antenas.

Paralela a la “guerra del gas”, con manifestaciones y bloqueos (y masacres), se desarrolla una singular guerra mediática en la que el gobierno y los empresarios gastan millones en publicidad engañosa y propaganda des informadora. A la vez surgió, casi de golpe, un inusitado movimiento de comunicación alternativa que con creatividad y casi cero de presupuesto ya tiene ganadas varias batallas. Eso ha estado pasando hasta ahora. Los conocidos “medios masivos de comunicación” ─la mayoría de ellos─ han mostrado una disfrazada independencia solo desenmascarada en los últimos años por 2 motivos:

     Un descarado servilismo y sucesivos errores de esos medios y,
     La incitada aparición de eficientes redes de comunicación alternativa que “por ahora” trabajan a nivel underground (subterráneo) para el gran público.




IV. La Radio como instrumento de recuperación de memoria

Según Gregorio Iriarte: “La radio se mantiene en vanguardia para todo lo que significa información rápida [ahora mucho más versátil gracias a las nuevas tecnologías de la información]. También la radio ha aportado quizás más que ningún otro medio de comunicación, a la labor educativa por medio de programas de alfabetización y de promoción socio-económica[7].

La radio lleva una serie de características y ventajas sobre los otros medios de comunicación. Esto lo identifica Gregorio Iriarte en tres aspectos:

¾    Su inmediatez, ya que es un instrumento comunicador muy ágil y que, en cualquier momento sé puede contar con él.

¾    Es un aparato cómodo y barato; ocupa poco espacio y está a su alcance de los más modestos bolsillos;

¾    Es compatible con cualquier otra actividad o trabajo. No exige la inmovilidad que pide la televisión.

Así “la radio sigue y seguirá siendo un medio de comunicación de masas eficaz y popular; sus características le otorgan ventajas claras, sobre otros medios”[8]. Estas características han permitido a la radio ser un instrumento de registro, almacenamiento y difusión de hechos y sucesos que marcan la historia. Como fue el caso de Octubre 2003 en Bolivia. Por tanto su protagonismo es tal en el acompañamiento de la historia que basta con tan solo recurrir a los audios para poder rememorar lo acontecido y en base a esa característica se puede realizar la reflexión de lo registrado. Obviamente no basta solo el registro del audio ahora se tiene la ventaja de la imagen, de esta forma lo audiovisual genera mucho más credibilidad a la hora de mostrar hechos históricos, una ventaja mas de los más media.

Por el contrario surge la reflexión, según Daniel Ramírez: “La radio y los medios de comunicación en su generalidad tienen muchos contrasentidos, de forma muy crítica, y pese a yo soy comunicador social, creo lo que están haciendo hoy en día los medios de comunicación social no es apuntalar un tipo de democracia, no hay una pluralidad desde donde se pueda escuchar estas voces de los excluidos”[9] ¿Cuál ha sido tu experiencia o testimonio de octubre de 2003? “Octubre es el momento donde uno empieza a madurar profesionalmente y entender las lógicas que logran desplegarse a partir de lo que puede ser la violencia del Estado y también estos elementos de solidaridad con la que en algún momento la gente puede organizarse, para desarrollar un tipo de estrategia. No creo que en este caso haya sido la intensión de derrocar al gobierno de Sánchez de Lozada, en todo caso, yo veo que ha sido un mecanismo de solidaridad y de resistencia para preservar la vida de la gente que en ese momento ha sido agredida por un organismo una institución del Estado que es las Fuerzas Armadas”[10].

Según la opinión de Enrique Yáñez, periodista de ATB; “En los hechos de octubre de 2003 habría que también hacer una crítica a los medios de comunicación sobre todo a la radio Chacaltaya que decidió transmitir música mientras el país vivía tiempos de convulsión social”. Esta opinión que es corroborada por Eddy Andrade Valdés, periodista de ERBOL, quien no estuvo de acuerdo con ese tipo de comunicación que reflejaba otra realidad, olvidando el momento situacional por el cual se encontraba el país.

El debate sobre los medios de comunicación su participación está abierto y siempre ha estado en constante diálogo con los sectores que participan en la construcción de una comunicación.

V. Conclusiones.-

La radio en el proceso de construcción histórica de Bolivia, ha jugado un papel predominante, porque ha acompañado los diferentes procesos históricos del país, permitiendo así tener un registro de esa memoria colectiva. Así mismo la radio ha dado la palabra a los protagonistas de octubre de 2003, vecinos y vecinas que se convirtieron en fiel testimonio vivo de lo que acontecía en su entorno próximo. También ha contribuido a la creación de un espacio público, donde pudieron relatar los acontecimientos desde su punto de vista, su sentir, reflejando así lo que se producía. En ese entonces la radio se convirtió en una plaza pública donde todos podían emitir su voz.

Tantos reporteros, como vecinos, amas de casa amplificaron su voz, haciendo conocer los hechos acaecidos durante la semana del 10 al 18 de octubre de 2003 convirtiéndose en ese momento en reporteros de radio ERBOL, Pachamama y de otros medios televisivos, informando y llamando a la opinión pública a tomar conciencia de lo que se producía. Ahora bien es importante rescatar estos testimonios que se convirtieron en fiel testimonio vivo de octubre Negro.

En definitiva cabe señalar y hacer una reflexión sobre la comunicación que acompaña los diferentes procesos sociales, como por ejemplo octubre de 2003, si bien fue un elemento de lucha social donde fue el mediador de varias instancias tratando de generar puentes de negociación, también fue un catalizador que exacerbo los ánimos caldeados de la población indignada.

Por otra parte sobre Octubre Negro 2003 se concluye dos problemas fundamentales el primero fue la propiedad y explotación del gas por la comunidad boliviana como último recurso para resolver la profunda crisis económica del país, pero sobre todo, el de preservar y estructurar el modo de la determinación del pueblo lucha que se plasmo en constantes luchas sociales. El segundo punto es el desarrollo de las grandes potencias que están expectantes del aprovechamiento de los recursos energéticos para potenciar su aparato productor, ese fue el caso del gas.

Finalmente no se debe dejar en el olvido esta memoria tanto individual como colectiva porque es generadora de experiencia, es el zoom de la misma historia para que la misma no se vuelva a repetir y sea un constante aprendizaje. Por lo tanto Bolivia se ha convertido en un laboratorio de experiencias concretas donde se construye el sentir del nuevo ser.





BIBLIOGRAFIA

·         GARCIA, Álvaro. “Memorias de Octubre”. La sublevación indígena-popular: septiembre-octubre del 2003.  Editorial Muela del Diablo Primera Edición 2004 Bolivia

·         IRIARTE, Gregorio O.M.I. “Conciencia Crítica y Medios de Comunicación”. Primera edición 1995, Cochabamba –Bolivia. Cap. II

·         PRADA, Raúl. “Memorias de Octubre”. La inserción de la ciudad de El Alto. Editorial Muela del Diablo Primera Edición 2004 Bolivia

·         SUAREZ, Hugo José. Una semana fundamental 10 – 18 de Octubre 2003. Editorial Muela del Diablo. 1ra edición Bolivia 2003

·         TAPIA, Luis. “Memorias de Octubre”. Crisis y lucha de clases. Editorial Muela del Diablo Primera Edición Bolivia 2004


  • ENTREVISTA:
            Entrevista realizada a Daniel Ramírez Mejía Comunicador Social de la     Universidad Mayor de San Andrés. 12 de octubre 2011.





[1] Octubre 2003 yace en la historia de Bolivia como uno de los momentos en que se cambio el rumbo de la nación. Es la transformación de un largo período y la apertura a horizontes desconocidos. Lo vivido aquellos intensos días dará que hablar a las ciencias sociales en los próximos años. En SUAREZ, Hugo José. Una semana fundamental 10 – 18 de Octubre 2003. Bolivia 2003 pág. 15.
[2] PRADA, Raúl. “Memorias de Octubre”. La inserción de la ciudad de El Alto. Editorial Muela del Diablo Primera Edición 2004 Bolivia pág. 53
[3] SUAREZ, Hugo José. Una semana fundamental 10 – 18 de Octubre 2003. Editorial Muela del Diablo. 1ra edición Bolivia 2003 pág. 19
[4] GARCIA, Álvaro. “Memorias de Octubre”. La sublevación indígena-popular: septiembre-octubre del 2003.  Editorial Muela del Diablo Primera Edición 2004 Bolivia pág. 47
[5] TAPIA, Luis. “Memorias de Octubre”. Crisis y lucha de clases. Editorial Muela del Diablo Primera Edición 2004 Bolivia pág. 9
[6] SUAREZ, Hugo José. Una semana fundamental 10 – 18 de Octubre 2003. Editorial Muela del Diablo. 1ra edición Bolivia 2003 pág. 19
[7] IRIARTE, Gregorio O.M.I. “Conciencia Crítica y Medios de Comunicación”. Primera edición 1995, Cochabamba –Bolivia. Cap. II Pág. 88.
[8] Ídem. 88
[9] Entrevista realizada a Daniel Ramírez Mejía Comunicador Social de la Universidad Mayor de San Andrés. 12 de octubre 2011.
[10] Entrevista realizada a Daniel Ramírez Mejía. 12 de octubre 2011.

martes, 11 de octubre de 2011

La identidad latinoamericana como proyecto histórico de unificación..."


ENSAYO LATINOAMERICANO                                  

El ensayo es un género de grandes posibilidades comunicativas,
precisamente porque permite abusar de él, por lo que
tiene de personal más que de científico.
Gabriel Zaid
                                                      
 “La identidad latinoamericana como proyecto histórico de unificación basado en el ensayo literario”.
                                                                                          
                                                    Oscar Reynaldo Yupanqui Mamani  
L
a motivación de este ensayo tiene como antecedente el trabajo de tres autores: Eugenio María de Hostos (Puerto Rico, 1839 – República Dominicana 1903), José Martí (Cuba; 1853 - 1895) y Pedro Henríquez Ureña (Santo Domingo, 1884 – Buenos Aires, 1946) quienes sustentan teóricamente el presente estudio.

El mismo tiene por objetivo realizar una lectura que permita tener una visión de la emancipación americana, además de poder cruzar la información con la realidad Americana y mundial. En suma es una recopilación contrastada de hechos históricos que vienen a buscar la utopía Latinoamericana. Por tanto el tema de la identidad[1] tiene una de sus raíces la diferenciación de lo español y lo colonial, convirtiéndose en una cuestión de interés histórico, social, cultural y humano porque transciende intereses de sectores, de grupos, entre otros, de nuestra América Latina.

Así las siguientes páginas traen consigo la búsqueda de una identidad latinoamericana que es una finalidad desde mucho antes de la época republicana. Cabe señalar que gran parte de Latinoamérica comparte un pasado común, este es “la colonia”[2] y el lenguaje castellano (a excepción de Brasil y otros países que vivieron un proceso de dominación diferente). Por tanto lo que se busca es una identidad que pueda reforzar la esencia propia del americano que vive, y se desarrolla en esta región del mundo. Convirtiéndose de esa forma en nuestra fortaleza.

De los autores cada uno desarrolla una particular serie de visión y lectura que lo enmarca en el tiempo y el espacio que le toco desenvolverse, siendo Hostos y Martí casi contemporáneos y Henríquez Ureña más del siglo XX sujetos a los cambios predominantes del momento histórico que les toco vivir. Esta es la discusión planteada, que se pretende llevar adelante, en un dialogo que permita escudriñar los avatares de la conquista, la recuperación y valoración de una identidad propia que permita identificarnos dentro esta multidiversidad de culturas. En ese entendido cada uno de los autores mencionados realiza una producción que conlleva una serie de diferentes connotaciones e interpretaciones que van a ser abordadas, en esta labor.

En ese sentido América Latina no puede entenderse sin su identidad, enraizadas en sus creencias, diversidad, costumbres, hábitos, interculturalidad y la forma natural de ser de los habitantes de esta vasta región. Es lo que actualmente busca todo pueblo, toda nación, su propia identidad. Dado que América toda, realizando un paseo histórico, ha sufrido un corte brusco en su construcción, debido a la invasión y conquista española, inglesa, francesa y también la portuguesa, entre otros. Razón por la cual se ha producido una simbiosis y sincretismo cultural, en gran parte de los territorios conquistados pero no en su generalidad mezcla que ha enriquecido y también perjudicado el desarrollo de los pueblos nativos de este territorio llamado América. Debido a que el sentido de dominación quebranta con todo orden establecido, que seguía en el devenir del tiempo y que estaba en constante progreso civilizatorio. Si bien la identidad es un proceso de persistente construcción de sus raíces, con un sentir que le permita desarrollarse no solo como individuos sino como entes colectivos.

Por consiguiente la identidad es una condición que buscaban los libertadores y personalidades letradas como los autores que estamos desarrollando. En el sentido de ser una construcción de algo propio basado en sus propias vivencias y costumbres, muy arraigada a la tierra y sus creencias, a su propia cosmovisión.

Así se destaca, que como grupo social transcendemos todo orden, todo lo establecido, y más aun todos aprendemos lo mismo por ejemplo a leer y escribir, factores básicos del sentido de pertinencia, que está en el marco de la educación y que esta se proyecta con especialidades, que es bien recibida por todos. Así lo proyectaron Simón Bolívar, San Martin, Henríquez Ureña, José Martí y Eugenio Hostos, que tenían por objetivo la unidad continental y su relacionamiento con el mundo. Sin embargo en el tiempo y espacio de la época, la emancipación se buscaba encontrar que los pueblos encuentren una identidad propia, que le permita superar esa fragmentación que trajo la colonialidad y de esta forma encontrarse con la tierra que habitamos.

En efecto, Eugenio María de Hostos plantea sus ideas en sus escritos y ensayos. Hostos valora las ideas de los hombres por la independencia sobre todo de su patria que es avasallada por EE.UU. y dedica todo su pensamiento al tema estatal y la unidad de las Antillas y de América Latina.  En el escrito de “Ayacucho” es con una elocuencia y emotividad valorativa que es un compromiso con toda América, y que esta no se puede liberar sin el compromiso de libertad de los ciudadanos. Por consiguiente todo lo que se propone Hostos está en la educación, que resalta nuevamente, en el sentido de controlar la mente, alma y cuerpo. Hostos recibió materiales sobre Miranda quien participo en la revolución americana y la revolución francesa, antecedentes que le sirvieron para realizar sus postulados de liberación. Aquí se debe rescatar la noción de pertinencia de identidad, para Miranda la patria es lo que hay que retomar.

De modo que uno de los puntos que Hostos ha trabajado durante su existencia es que donde va siempre puede escribir y de esa contribuir a fundar normales, periódicos. Instituciones e instrumentos de concientización para una liberación con el sentido de constituir una visión distinta de Patria. Su presencia es importante en la construcción del discurso que habla y propone estrategias de cómo se debería cimentar la nueva nación, su propuesta es muy optimista. Hostos recupera lo europeo como ejemplo que se debe seguir pero con la idiosincrasia latinoamericana. En su análisis propone una rehabilitación total del daño colonial hay una herida y por lo tanto una deuda que queda pendiente.

Así mismo Hostos también se plantea la idea de género, con la inclusión de la mujer en la educación para ser parte de la sociedad. Por tanto está observando cosas que otros no pueden observar como la inserción de sectores importantes de la sociedad. Así lo afirma en los puntos de reflexión:

            “En el Ideal de la Humanidad para la vida (la obra por excelencia del krausismo[3] español) no sólo se da énfasis a la necesidad de elevar a la mujer a igualdad con el hombre, sino que ello es característica necesaria para conseguir la armonía de la sociedad perfecta. Ya que el hombre, nos dice: “se interesa con igual estima y amor hacia la femenina que hacia la masculina humanidad; ama y respeta la peculiar excelencia y dignidad de la mujer”[4].

Hostos es un hombre de la República de las Letras por el modo discursivo “aplica especialmente en este ensayo estos principios [krausistas] También su vocación pedagógica se encuentra ligada a los principios del Ideal de la Humanidad, donde se afirma que “adquirir conocimientos, extenderlos y construirlos en un sistema científico, es fin real en sí y fundamental del destino humano"[5]. En su discurso él junto a otros hombres vivía un mundo aun no construido y le aterraba lo que percibía del futuro.

Por otra parte José Martí un gran eximio de los hombres de acción y de las letras que piensa en América latina. En su propuesta de llevar la escritura a la acción, moviendo conciencias y promoviendo el actuar en los protagonistas sociales, desde diferentes escenarios como la política, la educación y otros. Aborda el tema de la lucha de clases, pero Martí va más allá, va más a lo social y en ese sentido es más pragmático.

Si bien la búsqueda de una identidad fue su preocupación porque permitía la inclusión de sectores marginales, respetando su diversidad cultural, de aquellos que no se sentían parte de la emergencia republicana. En definitiva lo que Martí buscaba era esa igualdad, como factor predominante. Como dato interesante es desde que se enuncia la marginalidad de varios sectores se pueda dar esa inclusión que pueda traer consigo una identidad en el sentido de pertinencia. Otro aspecto fundamental es que Martí utiliza la categoría de ser humano, sin exclusión. Su propuesta es la búsqueda de la igualdad, sin discriminación de ningún tipo, ni de razas, ni de nada color de piel, donde “no exista razas” ni ninguna diferenciación.

En consecuencia Martí hace de su discurso la consolidación de los Estados en el redimensionamiento de América, que posteriormente se convierte en Gobiernos consolidados, en relación a la fragmentación que sufre con la división política de estos Estados nacientes. Dado que el campo político viene a desarrollarse con hombres letrados y se consolida en el campo de las especializaciones de aquellas personas que hacen uso de la palabra. Así lo expresa en el análisis de Ramos:

            “El discurso de identidad en “Nuestra América” se apoya en un relato de la historia mediante el cual Martí plantea la problemática ”el enigma hispanoamericano” que su propio discurso intentará resolver. Según ese relato, la historia americana no es un proceso en el que “ser”, armónica y progresivamente, acumula los rasgos esenciales de su identidad. La identidad no se presenta como una totalidad desde siempre pre constituida [es un constructo][6]. En cambio, ahí el ser americano se representa como efecto de la violenta interacción de fragmentos que tienden, anárquicamente a la dispersión”[7].

Con todo surge la cuestionante del análisis latinoamericano sobre el concepto indigenista, de su participación, en otrora de recuperar y tener una identidad propia y de continua construcción. Pero cómo si las culturas son muy diferentes, cada uno se desarrolla de acuerdo al medio, al contexto y las condiciones geográficas existentes. Entonces si hay educación y una geopolítica que impiden su unidad. Aun así la pregunta es ¿Puede pensarse en una identidad latinoamericana como proceso de unificación? Esta temática es tratada con múltiples aristas problemáticas que encierra su verdadera dimensión, como factor de cohesión e integración.

Así para Pedro Henríquez Ureña, quien plantea hacer temáticas similares desde donde escribe y analiza las particularidades de la unidad e independencia de América deja en evidencia el ser latinoamericano, donde hace una recopilación histórica. Se enmarca en la libertad, en la producción artística. Así mismo absorbe el entorno de la época del modernismo. Y concluye que en Latinoamérica padecemos de urgencia de la palabra, donde señala que nos gusta hablar bastante. En particular a decir de Mariátegui quien refuerza la idea anterior pero dándole un contraste; “América padece la enfermedad del habla, habla, y habla y no hacemos nada”. Pero el problema que encuentra Henríquez Ureña parte de un contexto de crisis en la civilización, por ende, trata de buscar propuestas, para buscar la construcción social.

A decir de Guillermo Mariaca, quien aborda el trabajo de Henríquez Ureña, señala que:
             “(…) esta búsqueda de identidad, sólo la noción de letrado, [esta][8] estrechamente ligada al proceso de urbanización y a la consolidación de los Estados nacionales en América Latina, [que][9] posibilita imaginar un programa protagonizado por los intelectuales concebidos como profetas culturales de los pueblos americanos”[10].

En efecto de la importancia en la generación de postulados que llevan a la identificación de las naciones americanas, desde el corazón latinoamericano se irradie como un faro. También busca la emancipación de la literatura, propone una literatura criolla ¿Y qué es lo criollo? Para Henríquez Ureña es una posición intermedia, porque usa lo criollo para literatura indígena en contraposición a lo indígena. Se observa a la tradición y el pueblo muy entrelazado con la idea de formar una nueva intelectualidad. Así mismo viene a plantear a los jóvenes de una educación popular ligada a una identidad que está enmarcada en la cultura:

             “La cultura crece con el desarrollo material” y permite así, preservar la comunidad unidad interpretativa como homogeneizadora de la identidad cultural una vez que esta ha sido conquistada, seducida y constituida en público por los intelectuales; (“Nuestros escritores nunca han dejado de tener un público lector: si no es más numeroso la falta está en el analfabetismo y en la pobreza de gran parte de nuestra población; y, por lo que toca a nuestros poetas, tienen proporcionalmente muchos más lectores es que los de cualquier otro país de cultura occidental.” Henríquez: Corrientes, 189.) Porque cuando “empieza a constituirse la profesión literararia, con ella debieran venir la disciplina, el reposo que permite los graves empeños”.[11]

Así se convierte en un “(…) proyecto resultado de la voluntad intelectual de nuestros ‘clásicos’, proyecto que Henríquez Ureña recoge como el criterio axiológico implícito en “los nombres centrales y libros de lectura indispensables”; [para] esa misma modernidad”[12]. Este pensamiento modernizante por ende se convierte en el discurso fundador de la crítica literaria hispanoamericana. Por lo tanto “su obra crítica se caracteriza por la amplitud de los temas tratados y su ferviente deseo de demostrar la unidad e independencia espiritual de América”[13].

En consecuencia el sistema discursivo está cambiando y realizando giros que van acorde a la realidad circundante, donde el tema identitario pasa a ser el eje motor de esta búsqueda razonada. En el sentido de que sólo así uno puede reconocerse y avanzar, sabiendo que tiene cultura, una pertinencia a un lugar o determinadas costumbres que refuerzan la característica del ser humano como ente, como flujo constante de dinamicidad que refleja historia, tradición y creencias. Eso es identidad. Pero todo lo mencionado en este proceso de unificación latinoamericana, no tendría sentido si no existe dignidad, que debe ser trabajada en la vida personal de cada habitante de la región Americana.
¿Pero cómo lograrlo si cada país jala para su lado? ¿Cómo desarrollar una identidad que refleje el verdadero sentir del latinoamericano? ¿Cómo integrar a naciones con distintas culturas? Si cada país vela sus intereses sociales, económicos y políticos. Quizás “lo único que puede desarrollar este sentido de identidad es el futbol”[14]. En el amplio sentido de pertenecer a un país que compite deportivamente y este representa a miles de personas que se identifican con los colores de cada nación.

Ahora bien analizando el contexto de América, el otro factor es el idioma, en el continente americano la mayoría de los habitantes hablan; inglés, español, portugués y francés, sin excluir las lenguas e idiomas nativos pero son idiomas de mayor predominancia. Este contraste permite identificar factores que influyen de una u otra manera en la psicología de la personas como imaginario colectivo de un modo de ser ante determinadas circunstancias o de desenvolverse en un contexto donde tiene todas las facilidades comunicativas de interacción social.

Tal vez la lectura de los tres autores tratados sea moralizante y parte desde la visión de un espíritu nacionalista basado en el arte, la educación y la cultura. Como única forma de responder a las centenas de años de adormecimiento que postergo el desarrollo de los pueblos de esta región del mundo. Y como resultado de esta dominación surge un proceso de pensamiento liberalizador que postula los ideales de los derechos humanos y de la revolución francesa, y la revolución estadounidense marcan el lineamiento y el ejemplo para las posteriores revoluciones latinoamericanas, como lo ocurrido en México.

En ese sentido hay una libración de las responsabilidades que se reflejan en los discursos que emana Hostos, Martí y Henríquez Ureña en el sentido de se pue4de lograr una mejor sociedad. Por su parte Henríquez Ureña realiza una radiografía social de hechos que marcan la ruptura con España. Donde todo lo español era retrograda y que además es simbolizado por el abuso, con un sistema feudal que continuaba en América. Al contrario de lo que ocurrió en el resto de Europa donde se estaba desarrollando un sistema capitalista. Solo quedan los hechos individuales y colectivos de intelectuales que rescatan la memoria del proyecto americano para el nuevo mundo.

Con Hostos pasamos al modernismo. Es un momento donde todo empieza a configurarse creando nuevas instituciones y organismos para la administración política, factor esencial en la vida de todo Estado. Posteriormente se da la revolución con las letras disidentes a ese modernismo. Entonces la idea que propugna Martí del hombre de acción va pasar al escritor de gabinete, quien desde el lugar que le toca estar escribe, propone ideas que marcan las líneas de acción de las naciones. Tal vez aquí el sentido de identidad se va consolidando con matices y su propia experiencia que se ha logrado desarrollar.   

En efecto, ese hombre de acción, son simplemente viajeros intrépidos que decidieron conocer el mundo y de esa forma sentar las bases para nuevas experiencias producto de lo vivido en estos lugares, como ser; Europa que desarrolla otra concepción de organización y modos de vida. Un ejemplo claro es Eugenio Hostos, Andrés Bello, Pedro Henríquez Ureña, José Martí, entre otros, que apostaron a la construcción de una nueva sociedad.

En consecuencia al tema identitario de ¿Quiénes somos? Con respecto ¿De qué? De esta España, de lo que debemos ser... Es una constante reflexión que lleva a diferentes posturas. Obviamente estas pueden coincidir o no con el pensamiento autónomo de cada persona.

Por lo tanto se ha convertido en una particularidad que se desarrolla con esencia propia. Por ejemplo esta Argentina que desarrolla todo un proceso de identidad con la figura del eximio Carlos Gardel. También por ejemplo está Chile que ha desarrollado una sociedad muy bien estructurada al estilo europeo. Y Brasil como hegemón de Sudamérica, que busca consolidar la unidad en base al desarrollo. Cada país, cada región tiene una particularidad esencia que se convierte en mística suprema dentro la conformación de una identidad latinoamericana.

Si bien esta identidad puede formar parte de la expresión de una utopía latinoamericana, que es un sueño o la búsqueda de lo propio en lo ajeno con una fuerte personalización del Latinoamericano, como sujeto, en el contexto mundial. Claro que ya se tiene un concepto marcado de cómo es una determinada persona de un país en otro. Sin embargo sólo son clasificaciones generales que se hacen. Lo que se busca es y lo que buscaban los autores en sus ensayos la identidad latinoamericana en el precepto de que sea una sola, no como caracterización, sino más bien como forma de desempeñarse con conocimiento, deseo, y capacidad en cualquier contexto mundial.

Existe una constante imaginación del extranjero en términos de desarrollo y progreso en los ámbitos sociales, económico, político. Pero sin la perdida de nuestra identidad, porque sociedades como las de Europa, que han perdido la calidez humana. Debido al desarrollo de la modernidad, donde prima material, lo económico, y el individualismo. Porque esa sociedad ya supero lo post-material y ahora vuelca la mirada a los valores humanos, sus orígenes y sus raíces para que estos no se pierdan y se cultive la armonía de convivir, antes de que se pierdan en una total despersonalización del hombre.

En contraste actualmente se vive en América del Sur, la construcción de proyectos societales donde emergen gobiernos que buscan la consolidación de una identidad como respuesta a recetas foráneas que se desarrollan en cuatro paredes sin conocer la realidad y la situación de cualquier país. Así se puede señalar en el caso boliviano. En efecto en Bolivia se pudo observar este cambio el año 2003 con la emergencia de sectores marginados y sociedad civil que tomaron la palestra de las decisiones políticas que afecten la vida del país. Todo por una serie de acometidas en desmedro de los intereses nacionales. Esto ha permitido un sentido de identidad que corresponde a un proceso de acumulación histórica donde por primera vez, es el pueblo, el protagonista de del cambio.


Así lo identificaron Hostos, Martí que solamente con la educación se puede llegar a estos procesos complejos en la toma de decisiones. Y eso básicamente lo trabaja José Martí con la idea de los maestros ambulantes que lleven la luz del conocimiento. Sólo así se podrá tener un proceso de identidad que reconozca su legado histórico como patrimonio, para que solamente así se pueda reproducir los proyectos históricos y la diversidad cultural. Entonces hay una gran necesidad, de una Identidad colectiva, de formar esta “Gran Patria América”.

La propuesta es una tarea que está siendo desarrollada con una mirada de modernidad. A esa mirada modernidad, más allá de los temas donde se observa sociedades decisivamente materiales como la compra y venta de grandes extensiones de tierra o simplemente se reparten países del mundo, como por ejemplo África, Australia, es proceder de la modernidad que realizan las grandes potencias. A eso se enfrentan los intelectuales latinoamericanos.

Según Ernest Gellner; “En un medio tradicional el ideal de una identidad esencial y cultural única apenas tiene sentido. Los campesinos de las cordilleras del Nepal a menudo tienen vínculos con diversidad de rituales religiosos y piensan en términos de casta, clan o aldea (no de nación), de acuerdo con las circunstancias.”[15].  Este concepto trabajado por Gellner trae consigo las diferentes visiones de una posible identidad enmarcada en un factor que integre múltiples sectores sociales y no sea vista como imposición sino al contrario como única posibilidad de encuentros, sin perder la particularidad de cada cultura.

En vista de todo lo visto, analizado y escrito se puede llegar a la siguiente conclusión que la identidad es posible, porque compartimos historia, cultura y que puede ser un factor de cohesión de masas que permita identificarnos como entes con abúndate riqueza cultural que queremos compartir y hacer parte de esta expresión y/o manifestación a toda la humanidad. Naturalmente ello implica la predisposición, de ser parte, de este sentido de unidad y de pertinencia.

Finalmente el proceso de identidad en Latinoamérica es un constructo que se viene trabajando y desarrollándose como emergencia a este proceso de modernidad. Es una tarea pendiente que queda para los intelectuales latinoamericanos, quienes puedan crear escenarios de interacción en la búsqueda de una identidad forjada en el ámbito cultural para nuestra América.  

 

 



[1] Se entiende por Identidad a un sentido de pertinencia en cuanto a sus orígenes y raíces culturales que es factor común en la vida de cada persona o grupo social.
[2] Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, Colonia es: Territorio dominado y administrado por una potencia extranjera.
[3] Sistema filosófico ideado por el alemán Krause a principios del siglo XIX. Se funda en una conciliación entre el teísmo y el panteísmo, según la cual Dios, sin ser el mundo ni estar fuera de él, lo contiene en sí y de él trasciende.
[4] HOSTOS Eugenio M. "La educación científica de la mujer” en Antología del ensayo. Puntos de reflexión. En la página web: www.ensayistas.org/identidad/interface/hostos/educacion/ visitada el 5 de julio 2011, 12.45.
[5] Ibíd. www.ensayistas.org/identidad/interface/hostos/educacion/
[6] Elaboración y aporte a la cita.
[7] RAMOS Julio. Desencuentros de la modernidad en América Latina. Literatura y política en el siglo XIX. Editorial Cuarto Propio/Ediciones Callejón. Chile 2003 p. 290.
[8] Aporte y tratamiento de la cita.
[9] Ibíd.
[10] MARIACA Iturrí Guillermo. El Poder de la Palabra Ensayos sobre la modernidad de la crítica cultural hispanoamericana. Tajamar Editor Ajamar Editores Ltda. Chile 2007 p. 40
[11] MARIACA Iturrí Guillermo. El Poder de la Palabra Ensayos sobre la modernidad de la crítica cultural hispanoamericana. Tajamar Editor Ajamar Editores Ltda. Chile 2007 p. 41, 42
[12] Ibíd. p. 41
[13] Pero Henríquez Ureña en www.wikipedia.com
[14] Comentario de la Dra. Ana Rebeca Prada que desarrollado en la clase Ensayo Latinoamericano de la Maestría Estudios Latinoamericanos CIDES - UMSA.
[15] GELLNER Enerst. Naciones y nacionalismo. Los Noventa Alianza Editorial. México 1988.