lunes, 17 de octubre de 2011

LA RADIO COMO INSTRUMENTO DE RECUPERACION DE LA MEMORIA


Memoria y Representación Social              


Ojala vivas tiempos interesantes, dicta la antigua (o al menos proverbial) sentencia china.
Actualizada para nuestra época híper-interesante podría decir:
 Ojala vivas en un lugar interesante.
Susan Sontag

LA RADIO COMO INSTRUMENTO DE RECUPERACION DE LA MEMORIA: OCTUBRE 2003
Oscar Reynaldo Yupanqui Mamani
I. Introducción.-

Hago un llamado a lo más recóndito de mis recuerdos, de lo acontecido que marco huella en la historia personal y la del país. Quiero recuperar esa memoria, que aun es narrada y recordada por esa gente que está a mi lado y por aquella que está en el anonimato de las calles, en el día a día. Traigo a colación una rememoranza de lo vivido, de lo escuchado y narrado a través de la radio, como medio de comunicación masiva, que juega un rol trascendental en el registro, difusión y almacenamiento de los acontecimientos noticiosos de Latinoamérica y el mundo. Me remonto precisamente a un hecho que fue la ruptura de la historia en Bolivia y el punto de partida de un país que resurge; hablo de Octubre 2003[1] ó como muchos la denominan “la guerra del gas”.  

Ingreso a un campo que pertenece a las y los especialistas de la historia, aunque lo escrito sólo sea una pincelada de la memoria escrita del país. Espero que aporte al conocimiento y a la reflexión crítica de un momento en la historia de Bolivia y tal vez el inicio de un proceso de cambios que trascendieron las fronteras. Por ello quiero buscar en esa memoria, en esas experiencias vividas por los protagonistas que quedan como testimonios de vida, y lo que pueda servir para poder tomar decisiones en el presente, con la única finalidad de reconstruir lo acontecido para que no sea parte del olvido, si ese olvido que por efectos del transcurrir del tiempo hacen olvidar tan fácilmente nuestra historia y por lo tanto se puede perder la memoria colectiva o interpretarla de distinto modo. Asimismo quisiera poder entender a la historia con los ojos de ese entonces y no con los de ahora, para no caer en juicios de valor, que solamente nos brinda la posibilidad de observar un hecho y se deje de lado la amplitud de lo acontecido, porque la historia está escrita y punto, sin embargo la construimos día a día como presente y como potencia.

En efecto el presente ensayo quiere rememorar los hechos acaecidos y narrados por la radio, durante esta ultima década del siglo XXI con la salvedad de que este trabajo es una recopilación histórica de esa memoria individual y colectiva narrada en testimonios de vida, por eso hoy quiero escribir, pensando en que alguien responderá a este llamado que solamente busca comprender un momento en la historia de Bolivia reflexionando la misma para que se proyecte a la región y al mundo. Estoy consciente de lo que escribo puede influir o afectar la vida de una o más personas, que bien pueden estar de acuerdo o no con mi punto de vista.

Mi propósito es dar a conocer este lado de la historia que ha sido narrada desde los mismos actores en esta convulsión social que denigro los derechos humanos, y ha sido difundida a través de los medios de comunicación como la radio causando un impacto inmediato en las organizaciones sociales de base. Me doy esta licencia porque soy Latinoamericano, porque al igual que ustedes vivo un proceso de constantes cambios en el ámbito político-social, económico y cultural de mi país; Bolivia.

En definitiva con toda América hay algo que nos une y que compartimos. Precisamente es un pasado en común; la colonia, que aún está presente en nuestros días en diferentes formas. Por ejemplo en el relacionamiento social, en las instituciones, y quizás esto que compartimos nos hace más consientes de nuestra realidad. A la par esta la resistencia de los pueblos ante una forma de dominación que ha enajenado y cortado un proceso que se desarrollaba en América. De ningún modo quiere ser un quejoso, asumo los tiempos actuales que vivimos, me re-invento en la modernidad que viene de la mano del desarrollo y progreso. Es por eso mi inquietud de escribir, si escribir para que quede en la memoria de los que vivimos ese Octubre de 2003.

II. Los inicios de una sublevación en Bolivia.

Han pasado 8 años desde octubre de 2003, sólo queda el recuerdo de momentos de amenaza, de violencia, de pánico, de angustia, de desabastecimiento alimentos y víveres, de combustibles que las personas mujeres y hombres que vivieron en carne propia en la ciudad de El Alto. Estos hechos lo recuerdan con más intensidad los familiares de los muertos que dieron la vida por la defensa del gas, estos conforman la “Asociación de Familiares Caídos por la Defensa del Gas” (ASOFAC - DG) y aun tienen presente los sucesos en la retina de sus ojos manteniendo vivo el ayer.

            En particular “Olvidada y discriminada por el estado, la ciudad de El Alto ha sido tratada hasta hoy como un pueblo campesino abandonado y discriminado. Más de la mitad de los hogares alteños no tienen saneamiento básico, 60% de los ciudadanos viven hacinados, no más del 30% tiene alcantarilladlo, el 45% de las personas son pobres, en tanto que el 26% son extremadamente pobres, lo que significa que tienen menos de un dólar de ingreso por día”[2]. Fueron los móviles
            que impulsaron a la lucha y resistencia.

Pero cuales fueron los inicios de esta suma de acontecimientos que se convirtieron en “un largo proceso de movilizaciones sociales y transformaciones socio-políticas; probablemente la génesis esta en los movimientos del año 2000 con las respectivas repercusiones en los cambios políticos del 2002. En todo caso, queda claro que hemos asistido al agotamiento de una forma de política y la economía”[3] que terminan en la movilización de octubre.

No obstante esta visión de recuperar los recursos naturales para su aprovechamiento trae consigo una carga de reivindicaciones y consignas sociales. Por tanto “Los motivos iníciales de la movilización fueron primero, el respeto de los “usos y costumbres” en el ejercicio de la justicia y, luego de una huelga de hambre de dirigentes comunarios de todo el altiplano, la oposición a la venta del gas a mercados norteamericanos”[4]. Aun así son pequeños motivos, que buscan el inicio de una protesta social en disconformidad con el gobierno de Sánchez de Lozada y la política neoliberal del “21060” de 1985.

Sin duda, vivimos momentos que trascendieron los anales de la historia, hechos que cronológicamente acontecieron y que se fueron sumando hasta llegar a una hecatombe social, debido a que existe una inestabilidad que se traduce en crisis.
            “Casi toda crisis política es una crisis del tipo de dominación existente. Por eso algunos la viven como una pérdida de la estabilidad en las relaciones de poder en que ejercían el control de medios materiales, y en los procesos de toma de decisiones, también la experimentan como un deterioro de procesos de justificación y legitimación de esas prácticas. Otros, más bien, viven la crisis como un proceso de liberación, como la posibilidad de reducir los espacios de dominación, de reducir el poder monopólico, en la economía y en la política”[5].

En efecto hechos como la guerra del agua en Cochabamba el 2000, los enfrentamientos el 11 y 12 Febrero en La Paz, entre dos instituciones de Bolivia; la policía y el ejercito “(…) el núcleo del problema era la lucha del Estado contra el Estado. El pueblo observaba menos activo y no contundentemente afectado (especialmente el primer día), el hecho de que “hermanos bolivianos” se quiten la vida. En febrero la frase que sintetiza el sentimiento era “nos estamos matando entre bolivianos”[6]. Posteriormente esta septiembre de 2003, con una política impositiva (el famoso MAYA, PAYA) que pretendía incrementar los ingresos económicos de la Alcaldía de El Alto, la respuesta fue inmediatamente un paro indefinido logrando anular esta medida. El 20 de septiembre hubo un bloqueo por parte de los campesinos de Warisata, Llabaya Sorata, Achacachi y comunidades aledañas, en el bloqueo quedaron ciudadanos extranjeros retenidos, inmediatamente el embajador de EE.UU. Mr. Greenlee ordeno al Ministro de Gobierno Carlos Sánchez Berzain que rescate a los turistas extranjeros utilizando a las FF.AA. y la Policía, como resultado del enfrentamiento entre campesinos y militares en la localidad de Warisata 6 personas fallecieron.

Esa fue la antesala ─a más de otras reacciones de la Central Obrera Boliviana, y otras instituciones─ de un conflicto mayor que se veía venir. Producto de las muertes en Warisata se determino un paro indefinido de la ciudad de El Alto, este paro se inicio el 8 de octubre, además del rechazo a la venta del gas por un puerto chileno. En este paro indefinido participaron las organizaciones sindicales y la Federación de Juntas Vecinales (FEJUVE) de El Alto, pidiendo la renuncia del entonces presidente de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada.

A octubre de 2011 ya se tiene una sentencia judicial de este genocidio, tan solo falta que EE.UU. extradite a estas personas responsables de semejante barbarie. Este es un pedido, es un clamor de un pueblo boliviano que ha sufrido en carne propia (o al menos se ha identificado con ese dolor y llanto) la masacre a sangre fría de sus gobernantes y de todo su aparato represivo. Este llamado no es a los gobernantes de EE.UU. sino al pueblo estadounidense que sabemos muy bien, vive el sentir de los pueblos del continente americano.

III. El protagonismo de los medios de comunicación.

El papel de los medios de comunicación fue muy importante en este conflicto. El primer medio de comunicación que dio su opinión fue radio Pachamama que el día sábado 11 de octubre brindo la mejor información de las radios, sacando las llamadas al aire donde la gente afligida se comunicaba y relataba desde el lugar de los hechos, por lo que la radio recibió llamadas internas amenazando su emisión.

En Oruro hicieron explotar la antena de radio universitaria. También hubo confusiones como en la radio FIDES que el día 17 de octubre el padre Eduardo Pérez, muy temprano anuncio que los datos que Goni había dicho la noche anterior en su entrevista a CNN son falsos… que hasta minutos antes de que esto sucedieron los datos decían más del 75% de los votantes querían que el presidente se fuera, lo contrario a lo sostenido día antes.

La televisión tampoco fue ajena a los hechos de octubre, en el canal 7 Televisión boliviana renunciaron 5 periodistas porque el canal estaba politizada y la informaron no era verídica.

En otros medios de comunicación televisiva como el canal 4 RTP, 21 GIGAVISION y 36 CADENA “A” que fueron los únicos daban informaciones ciertas y estas daban paso a las opiniones del ciudadano, pero estos canales eran constantemente amenazados con hacer explotar sus antenas.

Paralela a la “guerra del gas”, con manifestaciones y bloqueos (y masacres), se desarrolla una singular guerra mediática en la que el gobierno y los empresarios gastan millones en publicidad engañosa y propaganda des informadora. A la vez surgió, casi de golpe, un inusitado movimiento de comunicación alternativa que con creatividad y casi cero de presupuesto ya tiene ganadas varias batallas. Eso ha estado pasando hasta ahora. Los conocidos “medios masivos de comunicación” ─la mayoría de ellos─ han mostrado una disfrazada independencia solo desenmascarada en los últimos años por 2 motivos:

     Un descarado servilismo y sucesivos errores de esos medios y,
     La incitada aparición de eficientes redes de comunicación alternativa que “por ahora” trabajan a nivel underground (subterráneo) para el gran público.




IV. La Radio como instrumento de recuperación de memoria

Según Gregorio Iriarte: “La radio se mantiene en vanguardia para todo lo que significa información rápida [ahora mucho más versátil gracias a las nuevas tecnologías de la información]. También la radio ha aportado quizás más que ningún otro medio de comunicación, a la labor educativa por medio de programas de alfabetización y de promoción socio-económica[7].

La radio lleva una serie de características y ventajas sobre los otros medios de comunicación. Esto lo identifica Gregorio Iriarte en tres aspectos:

¾    Su inmediatez, ya que es un instrumento comunicador muy ágil y que, en cualquier momento sé puede contar con él.

¾    Es un aparato cómodo y barato; ocupa poco espacio y está a su alcance de los más modestos bolsillos;

¾    Es compatible con cualquier otra actividad o trabajo. No exige la inmovilidad que pide la televisión.

Así “la radio sigue y seguirá siendo un medio de comunicación de masas eficaz y popular; sus características le otorgan ventajas claras, sobre otros medios”[8]. Estas características han permitido a la radio ser un instrumento de registro, almacenamiento y difusión de hechos y sucesos que marcan la historia. Como fue el caso de Octubre 2003 en Bolivia. Por tanto su protagonismo es tal en el acompañamiento de la historia que basta con tan solo recurrir a los audios para poder rememorar lo acontecido y en base a esa característica se puede realizar la reflexión de lo registrado. Obviamente no basta solo el registro del audio ahora se tiene la ventaja de la imagen, de esta forma lo audiovisual genera mucho más credibilidad a la hora de mostrar hechos históricos, una ventaja mas de los más media.

Por el contrario surge la reflexión, según Daniel Ramírez: “La radio y los medios de comunicación en su generalidad tienen muchos contrasentidos, de forma muy crítica, y pese a yo soy comunicador social, creo lo que están haciendo hoy en día los medios de comunicación social no es apuntalar un tipo de democracia, no hay una pluralidad desde donde se pueda escuchar estas voces de los excluidos”[9] ¿Cuál ha sido tu experiencia o testimonio de octubre de 2003? “Octubre es el momento donde uno empieza a madurar profesionalmente y entender las lógicas que logran desplegarse a partir de lo que puede ser la violencia del Estado y también estos elementos de solidaridad con la que en algún momento la gente puede organizarse, para desarrollar un tipo de estrategia. No creo que en este caso haya sido la intensión de derrocar al gobierno de Sánchez de Lozada, en todo caso, yo veo que ha sido un mecanismo de solidaridad y de resistencia para preservar la vida de la gente que en ese momento ha sido agredida por un organismo una institución del Estado que es las Fuerzas Armadas”[10].

Según la opinión de Enrique Yáñez, periodista de ATB; “En los hechos de octubre de 2003 habría que también hacer una crítica a los medios de comunicación sobre todo a la radio Chacaltaya que decidió transmitir música mientras el país vivía tiempos de convulsión social”. Esta opinión que es corroborada por Eddy Andrade Valdés, periodista de ERBOL, quien no estuvo de acuerdo con ese tipo de comunicación que reflejaba otra realidad, olvidando el momento situacional por el cual se encontraba el país.

El debate sobre los medios de comunicación su participación está abierto y siempre ha estado en constante diálogo con los sectores que participan en la construcción de una comunicación.

V. Conclusiones.-

La radio en el proceso de construcción histórica de Bolivia, ha jugado un papel predominante, porque ha acompañado los diferentes procesos históricos del país, permitiendo así tener un registro de esa memoria colectiva. Así mismo la radio ha dado la palabra a los protagonistas de octubre de 2003, vecinos y vecinas que se convirtieron en fiel testimonio vivo de lo que acontecía en su entorno próximo. También ha contribuido a la creación de un espacio público, donde pudieron relatar los acontecimientos desde su punto de vista, su sentir, reflejando así lo que se producía. En ese entonces la radio se convirtió en una plaza pública donde todos podían emitir su voz.

Tantos reporteros, como vecinos, amas de casa amplificaron su voz, haciendo conocer los hechos acaecidos durante la semana del 10 al 18 de octubre de 2003 convirtiéndose en ese momento en reporteros de radio ERBOL, Pachamama y de otros medios televisivos, informando y llamando a la opinión pública a tomar conciencia de lo que se producía. Ahora bien es importante rescatar estos testimonios que se convirtieron en fiel testimonio vivo de octubre Negro.

En definitiva cabe señalar y hacer una reflexión sobre la comunicación que acompaña los diferentes procesos sociales, como por ejemplo octubre de 2003, si bien fue un elemento de lucha social donde fue el mediador de varias instancias tratando de generar puentes de negociación, también fue un catalizador que exacerbo los ánimos caldeados de la población indignada.

Por otra parte sobre Octubre Negro 2003 se concluye dos problemas fundamentales el primero fue la propiedad y explotación del gas por la comunidad boliviana como último recurso para resolver la profunda crisis económica del país, pero sobre todo, el de preservar y estructurar el modo de la determinación del pueblo lucha que se plasmo en constantes luchas sociales. El segundo punto es el desarrollo de las grandes potencias que están expectantes del aprovechamiento de los recursos energéticos para potenciar su aparato productor, ese fue el caso del gas.

Finalmente no se debe dejar en el olvido esta memoria tanto individual como colectiva porque es generadora de experiencia, es el zoom de la misma historia para que la misma no se vuelva a repetir y sea un constante aprendizaje. Por lo tanto Bolivia se ha convertido en un laboratorio de experiencias concretas donde se construye el sentir del nuevo ser.





BIBLIOGRAFIA

·         GARCIA, Álvaro. “Memorias de Octubre”. La sublevación indígena-popular: septiembre-octubre del 2003.  Editorial Muela del Diablo Primera Edición 2004 Bolivia

·         IRIARTE, Gregorio O.M.I. “Conciencia Crítica y Medios de Comunicación”. Primera edición 1995, Cochabamba –Bolivia. Cap. II

·         PRADA, Raúl. “Memorias de Octubre”. La inserción de la ciudad de El Alto. Editorial Muela del Diablo Primera Edición 2004 Bolivia

·         SUAREZ, Hugo José. Una semana fundamental 10 – 18 de Octubre 2003. Editorial Muela del Diablo. 1ra edición Bolivia 2003

·         TAPIA, Luis. “Memorias de Octubre”. Crisis y lucha de clases. Editorial Muela del Diablo Primera Edición Bolivia 2004


  • ENTREVISTA:
            Entrevista realizada a Daniel Ramírez Mejía Comunicador Social de la     Universidad Mayor de San Andrés. 12 de octubre 2011.





[1] Octubre 2003 yace en la historia de Bolivia como uno de los momentos en que se cambio el rumbo de la nación. Es la transformación de un largo período y la apertura a horizontes desconocidos. Lo vivido aquellos intensos días dará que hablar a las ciencias sociales en los próximos años. En SUAREZ, Hugo José. Una semana fundamental 10 – 18 de Octubre 2003. Bolivia 2003 pág. 15.
[2] PRADA, Raúl. “Memorias de Octubre”. La inserción de la ciudad de El Alto. Editorial Muela del Diablo Primera Edición 2004 Bolivia pág. 53
[3] SUAREZ, Hugo José. Una semana fundamental 10 – 18 de Octubre 2003. Editorial Muela del Diablo. 1ra edición Bolivia 2003 pág. 19
[4] GARCIA, Álvaro. “Memorias de Octubre”. La sublevación indígena-popular: septiembre-octubre del 2003.  Editorial Muela del Diablo Primera Edición 2004 Bolivia pág. 47
[5] TAPIA, Luis. “Memorias de Octubre”. Crisis y lucha de clases. Editorial Muela del Diablo Primera Edición 2004 Bolivia pág. 9
[6] SUAREZ, Hugo José. Una semana fundamental 10 – 18 de Octubre 2003. Editorial Muela del Diablo. 1ra edición Bolivia 2003 pág. 19
[7] IRIARTE, Gregorio O.M.I. “Conciencia Crítica y Medios de Comunicación”. Primera edición 1995, Cochabamba –Bolivia. Cap. II Pág. 88.
[8] Ídem. 88
[9] Entrevista realizada a Daniel Ramírez Mejía Comunicador Social de la Universidad Mayor de San Andrés. 12 de octubre 2011.
[10] Entrevista realizada a Daniel Ramírez Mejía. 12 de octubre 2011.

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